La verdolaga (Portulaca oleracea) es una planta perteneciente a la Familia de las Portulacáceas. Se trata de una planta silvestre y autóctona de carácter anual, es decir, es una planta de temporada. Es una planta suculenta de hojas carnosas y redondeadas. Es comestible, que además resulta útil para las abejas y como bioindicadora de suelos. Son muy característicos y ayudan a reconocerla, sus tallos rastreros (que se extienden en horizontal sobre el suelo) de color rojizo y también carnosos. Sus hojas son brillantes de 1 a 2 centímetros, oval oblongas, sentadas. Produce pequeñas flores amarillas, cuya floración puede extenderse desde la primavera hasta el otoño. Tras la floración, en verano, produce semillas redondeadas dentro de cápsulas alargadas que se abren y se diseminan fácilmente, lo que hace que reaparezca de forma natural año tras año en las mismas zonas.
Las hojas pueden consumirse crudas en ensaladas, durante el verano y en otoño, incluso si está en flor (es mejor antes de la floración). Puedes saltearlas ligeramente o en tempura, la tortilla de verdolagas está deliciosa, o añadirlas a cremas y sopas, sobre las que además aporta cremosidad. Su sabor más fuerte está en sus tallos, que encurtidos sirven como condimento. Las semillas molidas sirven para hacer harina para pan, gachas etc. La composición nutricional de la verdolaga es bien interesante, por su contenido en sales minerales y vitaminas, pero sin duda lo más sorprendente es su alto contenido en ácidos grasos Omega 3, uno de los mayores del reino vegetal. En ensalada es eficaz en afecciones crónicas del hígado. Cógelas solo de un lugar controlado.
El cocinero recolector y las plantas silvestres de Ana María González-Garzo y Augusto Krause en Everest
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