lunes, 31 de octubre de 2011

un cuaderno como cualquier otra cosa

A los niños no les importa el resultado, sino el hacer. Ver como un chorro de tinta se fija sobre el papel siguiendo el movimiento de su mano. Sólo el placer. Sin responsabilidad. Cuando quieren dibujar bien es cuando empieza el mal rollo, toda esa época absurda en que queremos dibujar el mundo como es. Después de una vida estúpida de búsqueda, lo conseguimos: dibujar y pintar sin un fin, sin un propósito. Pues, como nos enseñó Darwin, no hay ningún propósito en la Naturaleza.

domingo, 30 de octubre de 2011

migas


Las migas son un símbolo de amistad. Comer migas con alguien significa que existe cierta confianza. Por eso se dice que no hacen buenas migas a aquellos que no se llevan bien. Por aquí, cuando te coges confianza que no tienes, te preguntan: ¿Cuántas veces hemos comido migas juntos?

Las migas se comen con cuchara en la propia sartén en que se han hecho. Se coge del trozo que te ha tocado. Está feo coger del rodal que le ha tocado a otro, y te da derecho a llamarle la atención con la cuchara (en general, en las comidas en sartén cada uno se come lo que le toca). Se comen con sardinas, arenques, chorizos, uvas o pepino, y también con vino. Una botella de tinto va girando en el corro y se pasa de uno a otro para que beba a chorro, por higiene, con un cacharrillo especial o haciendo dos agujeros opuestos en el tapón de corcho.

Se hacen con pan de hogaza bien sentado (es una comida para reciclar el pan). Se pica en trocitos el día anterior y se humedecen un poco agitando las manos recién metidas en el agua y se guardan tapándolas con un trapo, es importante que estén un poco húmedas, pero no mucho. Se fríen los ajos, dientes enteros pelados, bastanticos, y, ya fritos, se retiran (si se quiere se puede freír un pimiento seco, ese aceite dará mejor sabor a las migas). Se fríen luego los torreznos y se retiran. Se echan las migas en ese aceite y se van moviendo constantemente hasta que pierden mucha humedad, procurando que no queden secas. Se le añaden los ajos y los torreznos. Unas cuantas vueltas hasta coger el punto y se retiran de la lumbre para comer. Mientras se hacen se limpian los arenques, se pelan y trocean los pepinos, se hacen las sardinas, se lavan las uvas. Si sobran, se pueden congelar y descongelar en el mircroondas echándoles un poco de agua para que no se sequen (las gotas que caen de la mano mojada).

Hoy las ha hecho mi hermana Ana, y le han salido de rechupete. 

sábado, 29 de octubre de 2011

aves nocturnas



Anoche salí con el cuaderno. Se empezó a complicar la cosa y acabé dibujando esa gente que acaba cerrando los bares.Uno ni se entera de lo que dibuja a esas horas y con tanto bocalibre. Estas aves nocturnas cerraron el Pris: Luis con sus orejas de Mr. Spock, el Muñeco, Nazaret, Vicky, Antonio Cuta, José Luis, Fernando el Negro, Satu, Oscar, Javi y María Jesús.

viernes, 28 de octubre de 2011

crimen perfecto


Parece que el error de los que mataron a Muamar Gadafi fue que no se vistieron de uniforme. Nada hubiera pasado si lo matan desde el avión, como nada pasa cuando muere un palestino por culpa de una bala. Ni conocemos a quien mató a Bin Laden, aunque sí hasta el más mínimo detalle de la operación. Nada le pasó a Pinochet, con más muertos que medallas, ni a Franco y sus compinches. Parece que nada les pasará a los asesinos de Couso y los demás periodistas molestos del hotel Palestina. No sé para qué tanta novela sobre el crimen perfecto. Sólo hay que mirarse El Libro Rojo de Gila.

jueves, 27 de octubre de 2011

cuadernos de bolsillo

Nadie espera en este mundo de prisas. Si no estás con alguno enfundado en el bolsillo, la vida se te escapa sin apenas pensar en ello. Hay muchas formas de vivir, casi tantas como cuadernos.

Cuanto más pequeño más lo usaremos y en los sitios más insospechados. Si lo que queremos es reflejar un viaje, y no obras de arte, lo mejor es un cuaderno rápido de sacar, como un arma.

miércoles, 26 de octubre de 2011

no pasa el tiempo en almagro



El mismo rincón  de la Plaza de Almagro hace unos cuarenta y cinco años y el otro día, en el dibujo de abajo. La iglesia barroca de San Agustín al fondo. La única diferencia es que ahora parece que se hizo hace poco y en la foto se nota el desgaste de los materiales con el paso del tiempo. También resulta curioso que las farolas fueran mucho más bonitas entonces. Y agradable que lo que nos rodea no cambie tanto y quede alguna referencia de nuestro pasado. Ayuda para sentirnos aún dentro del mundo y verificar que el progreso no significa cambiarlo todo.

Almagro está declarado Monumento Histórico Artístico. 
En la foto: La prima Elo paseando en 1966 (aprox.) con una amiga por la Feria de Almagro.

cuaderno de zaragoza: 8sept2010

En la iglesia de San Felipe y Santiago, San Simón Zelotes lleva una sierra de cortar árboles y San Judas Tadeo un hacha impresionante. San Expedito va vestido de soldado. El Ecce Homo ha sido brutalmente torturado. El patrón de los sastres zaragozanos (San Homobono) va muy apañao y lleva unas tijeras en el cinto. En el Museo de Zaragoza casi todo se puede tocar, sólo veo detalles de tan cerca. Me gusta. Se han traído todo y en sus sitios sólo dejaron el marco. Dibujo esas esculturas de libro de enfermedades terribles, gente sin nariz, sin orejas, sin brazos. Dejo de respirar ante esa cabeza celtíbera.
Recorremos el barrio del hotel. Africanos, marroquíes, chinos y rumanos. Sudamericanos y gitanos con solera. San Pablo sigue cerrado.
Cojo un taxi a la Escuela de Diseño. Una señora mayor de San Sebastián coloca cuadernos en una vitrina y no para de hablar. Luego llegan Jorge y Alfredo con su mujer, Marisa, que es muy simpática. La Escuela está nueva, la sala para las ponencias espectacular, muy grande.
Paseamos hasta el hotel. Jorge alucina con la inclinación de las torres y la luz del atardecer. Marisa habla de tapas, comida y la posibilidad de una buena pitanza por un buen precio. Trato de ser simpático sin pasarme. Me fumaría un cigarro. Parecen difíciles de mover. Jorge y Marta ya están dibujando en el hall del Hotel. Ella quiere dibujar las lámparas, cientos de bolitas de cristal transparente.
Cenamos en un comedor barato cerca del hotel en la obsesión de Marisa. Mónica trae hambre, pero nadie puede creerlo con esa carita de holandesa (por parte de madre) delgadita y pijita. Marta grita, le parece un bar horroroso de carne y fritanga. Hay una mesa ruidosa que nos pone de los nervios y desespera a Marta. El sitio es barato y no estan mal las tapas. Alguien bacila a Marta y le dice que tiene que pagar 60 euros, se echa las manos a la cabeza y no se recupera hasta que descubre la verdad.
Los llevo a la terraza de la Plaza de Sas buscando un helado. A Marta le pirra el chocolate (Valor) como a mi tía Eloísa. Mónica prueba la leche merengada. Enseguida se cierra el telón.

lunes, 24 de octubre de 2011

olvidos


De Guinea Ecuatorial no llegan inmigrantes… porque entre un tercio y la mitad de los ecuatoguineanos ya viven en España desde hace muchos años.
Es difícil que entre una metrópoli y su colonia se establezcan relaciones justas y equilibradas. Tras la independencia llegó el neocolonialismo: la metrópoli siguió ejerciendo una tutela política y militar y explotando los recursos económicos mediante las élites interpuestas. Francia es el modelo de este neocolonialismo, con intervenciones militares llegado el caso.
No ha sido el caso de España con Guinea Ecuatorial. Tras la independencia, Francisco Macías se hizo violentamente con el poder y eliminó a la pequeña élite pro española. España, en los estertores del franquismo, aceptó  los hechos. Luego, todavía en la transición, llegó el golpe militar -”el golpe de la libertad” como lo llama el régimen- del sobrino de Macías, Teodoro Obiang, un militar formado en los valores franquistas de la Academia Militar de Zaragoza.
Los últimos gobiernos de UCD y los primeros gobiernos socialistas abrieron los brazos a Obiang. En los 80, Guinea Ecuatorial se llevaba una parte sustancial de la todavía pequeña cooperación española. Pero España nunca recuperó su influencia. Los roces por pequeñas cuestiones fueron permanentes. Y Francia ofreció lo que España no podía ofrecer, la integración en su comunidad francófona y una plataforma para que Obiang pudiera gastar su dinero en París.
A lo largo de los 80, España fue perdiendo su influencia mientras enterraba dinero que la corrupción local se zampaba. Los gobierno de González no apoyaron nunca abiertamente a la oposición radicada en España, por entonces principalmente el Partido del Progreso de Severo Moto. Tampoco dio un cheque político en blanco a Obiang. El país se hundió en una dictadura y en una pobreza absoluta.
Cuando apareció el petróleo, España estaba fuera. Pero no fue tampoco Francia la principal beneficiaria, sino las compañías norteamericanas extractoras. Las regalías del petróleo no van al presupuesto nacional, sino a las cuentas personales de Teodoro. Su hijo Teodorín ya se encarga de gastarlo en las joyerías de París o la Costa Azul.
En los últimos años, las migajas del petróleo han llevado algunas infraestructuras construidas por China. España ahora quiere hacer negocios y para eso el gobierno Zapatero parece dispuesto a endosar las pseudo aperturas democráticas de Obiang. Es la hora de la política exterior realista.
España nunca debió de abandonar Guinea Ecuatorial,  como nunca podrá dar la espalda a Cuba, sean cuales sean sus regímenes. Es una prioridad estratégica. Ello requiere un diálogo crítico con los gobiernos y un apoyo a las sociedades y a los grupos que luchan por la democracia y la justicia.
Otros países dejaron en sus colonias escuelas y hospitales. España dejó iglesias y órdenes religiosas que durante muchos años han sido las únicas que han ofrecido a la población los servicios mínimos que debía prestarles el Estado. Con todo, la imagen de España no es mala. Durante la realización de un reportaje para TVE, una anciana preguntó a José Antonio Guadiola ¿cuándo vuelven los españoles?. Los españoles ahora quieren volver para hacer negocios. Sería grave que, en nombre del realismo, el gobierno español olvidara la defensa de los derechos humanos. Sería un nueva traición.

Rafael Díaz Arias en Periodismo Digital: la otra mirada.

domingo, 23 de octubre de 2011

cuaderno de bitácora

(nave interestelar: inca furgo. año2011, 23sol de luna10)

Fuertes tormentas según táfor en el parte del a medio día ya de recibo que aceitunas achicharrando. Urge recogida últimas hortalizas antes que agua pudra. Cebollas tardías, últimos pimientos y guindillas para ristras. Melones y sandías, aunque pequeños, para cata (sosos a las gallinas). Chiles mejicanos preciso trasvase a maceta o hielo caput. Últimos calabacines crema con ajo y cáscaras en tiras finas para tortilla o alambre (o fuego caldereta cordero no avive en demasía). Calabazas grandes noche difuntos, interior gallinas. Secar  pipas. Calabazas  dulces para crema con panceta y repostería. Últimos gazpachos y ensaladas tomates. Verdes para conserva aguasal. Los más blandos deleite de gallitos y parientas. Almendrucos vareados. Acelgas para los bichos, en vano afán de no azufrar. Arrancar maíz foráneo, coles secas y berenjenas suelo húmedo. Recoger cacahuetes nivel menos uno. Azadilla para hierbas sin discriminación. Levantado de instalación hidráulica y arado claison new holland. Adaptación al frío último lote gallináceas para integrar en sociedad avícola. Secado fotonulo de plantas risa. Cata y risa. Paseo Tranqui ya adulto levanta la pata y por fin tranqui. Sillón bajo almendro mirando rojo Sol, dios del Sistema, hogar viajeros, indigentes, refugio dextrangis,. Almendrucos pelado fácil. Almedras para mí, para ti Tranqui, para mí, para ti. Conciencia ahora cansancio muscular. Cigarro liado mezcla cuando las nubes más rojas humo traspasa puertas internas inunda caja como niebla. Acaricio negro pelo Tranqui tumbado esfinge embajadora del siempre domingo y me veo con gusto desde arriba almendro más aún de las nubes.

sábado, 22 de octubre de 2011

el otro lado del acordeón




Ahí va la segunda entrega del cuaderno acordeónico que hice en Zaragoza aplicando tinta china y una miaja acuarela a lo borriquito. Días de sol y cañas en que muy buena gente se juntó para dibujar (y ser dibujada).
Saludos a todos.

viernes, 21 de octubre de 2011

plaza de jacinto benavente



















La Puerta del Sol de Madrid tiene dos vertientes de calles peligrosas llenas de trileros, revendedores de entradas de la Monumental de Las Ventas, carteristas, chulos y putas. El Mamotreto de El Corte Inglés y, posteriormente, otras tiendas de ropa, convirtieron Preciados y Carmen en tontódromo de turistas, provincianos y habitantes del extrarradio. Ya cerrado el cine de chaperos y convertido en bingo, Zara y unas cuantas zapaterías salvaron Carretas para el comercio. Pero durante mucho tiempo, Cruz, Cádiz, Barcelona, Spoz y Mina, el callejón del Gato y demás han servido de escondite para rateros de baja monta. Por aquí veníamos a comprar material fotográfico en las desaparecidas tiendas Aquí, con muy buenos precios. Cuando yo me instalé, en el 96, la calle Cruz ya era de copas, reduciendo el territorio de meretrices a la esquina con Benavente y la Plaza. En Cádiz y Barcelona se fueron cerrando sus viejas tiendas y abriendo restaurantes de menú para turistas. Las viejas putas se fueron jubilando y aparecieron jóvenes marroquíes, rumanas, sudamericanas y aquella vieja rusa que siempre me guiñaba el ojo.
Yo tenía dos balcones a la plaza y me asomaba para mirar el espectáculo: las bromas, el regateo, aquel cura con boina y una gran cruz de madera en el pecho que venía a evangelizarlas, la caravana que les hacía la prueba del sida por un bocata, los repartidores de condones, los chulos al sol, todas las monjas y seglares que venían a comprar libros a la librería San Pablo y el trasiego de gente que bajaba y subía de y a los autobuses. En aquellos años, se instaló el primer chino, en un cuchitril lleno de pipas y chuches, y un cascote cayó del Teatro y mató a alguien que, en un coche, esperaba en el semáforo (yo voy siempre por la otra acera, no me fío de José Luis Moreno).
Mucho más tarde se construyeron los baños árabes en un antiguo caserón, luego se quitó la parte ajardinada y se llenó todo de granito, muy al estilo Gallardón. Ahora está en la ruta turística del Museo del Prado al Palacio de Oriente. Mi oficina, en una casa de mediados del XIX, es ahora una cafetería para guiris. Alguna vez me he tomado un café junto a uno de los balcones para recordar viejos tiempos.
Desde mi mesa, el balcón encuadraba esta vista del Calderón, ahora con nombre de helados, y los cines Ideal (que antes fue un cine inmenso donde por primera vez vi al Vengador Tóxico). Este dibujo corresponde a esa vista, en 1996.

Sobre la creación de esta plaza, ya en el siglo XX, puede leerse una interesante entrada, ilustrada con planos y fotos antiguas, en este  blog.
Las fotos son de 1906 (el primer edificio de la derecha es ahora plaza), 1921 (primeros solares donde  se haría la plaza), 1942 (en el centro: mi edificio, los dos balcones por la derecha de la primera planta: mi oficina) y 1964 (el Teatro Calderón desde Carretas, a la derecha el ocupado Hotel Madrid); y las he traído desde aquel.


jueves, 20 de octubre de 2011

cuaderno de zaragoza: martes7sept10





Mientras Beni duerme, me subo a una terraza de la sexta planta y dibujo las vistas. Una chica de uniforme limpia. O lo dejo o nos quedamos sin desayuno. No es muy allá, nos llevamos unas manzanas para luego.
Subimos a la torre Zoda, aquí está la oficina de información para turistas. Arriba hace mucho calor.
Hoy la basilíca está abierta completamente. Un retablo de alabastro representa escenas del Nuevo Testamento como si sus protas fueran ricos. Policromado de la Anunciación hasta la Resurrección. La figura central es la Asunción de la Virgen ante todos los apóstoles. San Pablo mira a alguien que se acerca. Las cúpulas de Goya. La capilla de San Braulio con su tumba y una figura policromada.
El hall del Banco Santander, inmenso, modernista, con un bonito reloj cuadrado. La Plaza de San Roque, que tuvo un arco en su honor donde ahora está la Iglesia de la Mantería (su fachada daba a la calle del gremio de los manteros). Colegio de las madres escolapias y ese edificio chulo de principios del siglo XX, que fué de Generali y ahora es de Caja España. Bonitos: el Instituto Aragonés de Fomento, en la Plaza de Salanero, y la galería curva de los cines Palafox. En el Patio de la Infanta vemos un unicornio y columnas con figuras entrelazadas. El Paraninfo y la Facultad de Medicina y Ciencias, de la que sólo nos dejan ver el hall. Al lado el edificio del Banco del Espíritu Santo con su esquina curva a lo Capitol.
En la calle Almagro, descansamos en el Café Levante (1895), con vitrales a la calle en plan Art Nouveau. Cerveza y buenas tapas: tortilla gorda, caliente, con cebolla y alcachofa rebozada rellena de atún, cubierta de jamón. Este café está muy cerca de la Puerta del Carmen. Al dibujarlo, me doy cuenta de la cantidad de referencias que hay a la Guerra de la Independencia.
El posmoderno Museo Pablo Serrano (me gusta más el contiguo), el Grupo escolar Joaquín Costa (azulón y tremendo como un barco), la Plaza del Portillo con palmeras, El Coso de la Misericordia, de ladrillo y piedra, que sustituye al de madera del siglo XVIII, primera de techo fijo de teflón en las gradas y móvil sobre el ruedo, con una parte volada sobre la calle (lo dibujo más estrecho para que me entre, en primer plano la reina de las fiestas). La Torre de San Pablo y vuelta al hotel. En la pared han escrito: barrios enganchados. Beni se queda en el hotel mientras veo las magníficas fotos de Aragón de Jean Pieuzaide y de la Guerra Civil en Zaragoza.
Quedamos en el bar Aurora. Alucino con lo bien que se apaña un cliente con una sola mano, cómo coge el cigarro con la boca. Luego, vamos a la terraza de la cafetería Cibeles. No me acostumbro a la cerveza Ámbar. Aquí se está muy bien. Miro para ver si entre los fantasmas del pasado, en los cafetines, José Martí escribe en un cuaderno.

miércoles, 19 de octubre de 2011

entre las sierras de calatrava y puertollano


Es en el bar de Los Arcos donde decido que ya está bien de truque y largarme con el coche por el valle que limitan las sierras de Puertollano y Calatrava, es decir el valle paralelo al de Alcudia, del que no salgo mucho últimamente.
Atravieso la infecta primera parte, con dos térmicas, la refinería de Repsol y un almacén de reservas de hidrocarburos, y, finalmente, llego a Villanueva de San Carlos, pueblo de colonos de la época de Carlos III, que tiene su propia calle. Doy una vuelta por la plaza, su pequeña iglesia y la fuente de los caños. Después una cervecita en El Frenazo. Se llama así por en él está el indicador al pueblo y hay que frenar fuerte al verlo de golpe. Lo dibujo con el beneplácito de Antonio, el dueño, que se pone como loco cuando ve que él también está en el dibujo y llama a su madre, la cocinera, y a su hermana, por teléfono, que le deja su móvil para fotografiarlo. Naturalmente, me invita a la caña y las bravas.
Después me acerco a La Alameda, una pedanía de Villanueva por la que pasa el río Ojailén, creando un paraje verde lleno de álamos. Aquí el prior de la Orden de Calatrava hizo una casa para el veraneo de los freires cistercienses de la Orden, con su huerta y frutales, ya en tiempos de paz.
Pregunto por la casa grande y antigua del prior en el bar Alameda, pero nadie sabe nada del prior. La casa más grande y antigua es esa que hay enfrente, me dicen. Me instalo en la terraza y la dibujo jalándome unas tapas y un bocata de beicon. Después veo la iglesia y el cementerio que hay a su vera, completamente comido por la hierva.
En Belvís, pueblo originario de los dos anteriores y ahora pedanía del primero, no encuentro nada reseñable, un centro de mayores donde sólo veo sillas vacías y una escuela sin niños. También una iglesia cerrada y casas viejas. Desde la iglesia dibujo el gran collado y los dos castillos a ambos lados: el de Calatrava la Nueva y el de Salvatierra.
El Castillo de Calatrava la Nueva es un castillo impresionante, con varias murallas concéntricas, construido sobre la roca de un empinado cerro, para uso de los monjes guerreros calatravos, una vez ganada la batalla de las Navas de Tolosa (1212), para cuidar de esta frontera natural. En 1217 los freires cistercienses abandonan el castillo de Calatrava la Vieja, cerca de Carrión, a la orilla del Guadiana, y se instalan aquí, para habitarlo durante 600 años. Tenía una población numerosa, aparte de los monjes, castillo, iglesia, cementerio, molino, almacenes, hospedería y cuatro aljibes para recoger el agua de lluvia.
La subida rodea el cerro como una espiral, dando una vuelta y cuarto, de Sur a Oeste, pudiendo verse todas sus caras. El cerro tiene peñones verticales impresionantes, que forman parte de murallas y muros. Se está reconstruyendo a base de trabajo de voluntarios en las vacaciones estudiantiles, yo creo que de una manera exquisita, usando los materiares del terreno y sobre unos planos muy reales.
La joya de la fortaleza es la iglesia, del siglo XIII, en la transición del Románico al Gótico, de tres naves, muy austera y con un gran rosetón en la fachada, por donde el sol de la tarde la ilumina de una forma muy especial, mágica. Las nervaduras son de piedra volcánica, así como el rosetón y la puerta principal, de un color rojo oscuro. En el lado izquierdo (Norte) hay varias capillas y en el derecho una puerta que da al claustro. Junto a la puerta principal puede verse uno de los aljibes y el pequeño cementerio de los monjes, que tenía dos laterales (Norte y Oeste) cubiertos y arcados. Cuando dibujo la fachada me tengo que ir porque van a cerrar. Dibujo entonces las vistas del Este, con Calzada de Calatrava, el pueblo de Pedro Almodóvar y donde yo estudié quinto de Bachillerato, al fondo, y, bajando un poco, las del Sur, con la Sierra de Puertollano al fondo.

martes, 18 de octubre de 2011

retratos de familia (y ya van tres)

Luis                                    Elviro                         Mari Carmen                             Pablo                        Ángel 
       

 Irene                                            la Tati                                                       Dori                                                            Pablo


Martín                                  María Luisa                                      Beni                                     Pilar                                    Carmen

gemela Ana                           María                                      Ana                                       María                               gemela María

Y con ésta, la última entrega de retratos familiares. Un poco fuerte la presión del parecido. Como dice Enrique: se arregla poniendo el nombre. Pero se aprende a mirar a la gente. Estamos hechos de líneas.

domingo, 16 de octubre de 2011

retratos en una boda

 Prima Raquel                         Primo Juan                           Merche                           Jesús                        Pedro Pablo

Javi                                    Alejo                               Maru                              Carlos                              Manolo

     Javi                               María                             Cande                             Miguel                           Miguel Ángel










  Beni                                  Madrina                               Javi                              Miguel                            Prima Juli

Lo intenté. Quise aprovechar la ocasión de la boda de María Luisa para terminar de dibujar a la familia; pero fue imposible. Hice algunos más y acabé cansado. Nos juntaremos más veces. Claro que sí.