miércoles, 30 de noviembre de 2016

los cuadernos de marta jarque















Si no hubiera ido a Santiago este año, jamás hubiera conocido a dos inmensas cuadernistas catalanas: Anna Ishtar y su amiga Marta Jarque. Cuando vi sus cuadernos expuestos, en ese pequeño escaparate que se monta después de una salida a la calle, pregunté a la seño por ellas. ¡Qué buenas son!

Marta parece tener 23 años. Y es por su alegría y esa forma tan libre y tan aparentemente despreocupada de dibujar. Cuando yo la vi, apenas si usaba los colores, pero puede verse aquí arriba de qué manera lo hace. Ya sé que todo el mundo la conoce por sus dibujos en el tren, pero para mí ha sido una agradable sorpresa ver a esta chica manejarse con un cuaderno gigante y una extraña caja de madera, de donde salen, como de chistera, lápices y pinceles y unas tizas de sastre. Sabía que aunque escondiese mi boina, al final iba a salir. ¿Quién puede esconderse ante esos ojos de viseras gigantes bajo dos arcos románicos?

Lo que más me enganchó al dibujar en el tren, fue que se crea una situación especial, que la gente se despierta e interactúa conmigo y entre ellos, y hay muy buen rollo en general. Me gusta poder retratar a la gente desde una perspectiva psicológica, un poco al menos, lo que me impresiona. No sé, me gusta plasmar un poco la impresión que tengo de esa persona. También me resulta muy excitante todo, porque he de ser muy rápida, me tengo que dar toda la prisa que pueda para explicarlo todo.

Marta Jarque en Tumblr
Girl Curator

martes, 29 de noviembre de 2016

el profe y algunos de sus alumnos



Las cosas han cambiado. Ya no me oculto para dibujar al profe y a mis compañeros. Puedo atender a clase y dibujar. He aprendido charlando en los bares mientras dibujo. Antes los enseñaba en el recreo, ahora lo dejo para mí, y así no armar revuelo.

lunes, 28 de noviembre de 2016

el autobús mágico

El joven norteamericano Christopher Johnson MacCandless quiso aislarse del mundo para mejor buscarse a sí mismo. Aunque lo llevó a cabo en unas condiciones más que lamentables. Con dos latas de atún, un puñado de maíz, algo de ropa de abrigo, un saco de dormir y su rifle Winchester emprendió un vagabundeo por las tierras de Alaska en abril de 1992. Falto de pertrechos y desprovisto de conocimientos de supervivencia, tuvo la suerte de encontrar un autobús abandonado en medio de la nada. Cuando abandonó el bus para volver a la civilización, no pudo vadear el río que había cruzado en abril –bajaba muy alto–, por lo que hubo de regresar al autobús donde malvivió hasta septiembre. Su cuerpo fue encontrado el día seis de dicho mes dentro de un saco de dormir. Pesaba treinta kilos. En la puerta del autocar aún colgaba su cartel de petición de auxilio: “S.O.S., necesito ayuda. Estoy herido, a punto de morir, y demasiado débil para hacer una caminata. Estoy completamente solo, no es ninguna broma. En el nombre de Dios, por favor permanezcan aquí para salvarme. Estoy recolectando bayas cerca de aquí y volveré esta tarde. Gracias, Chris McCandless. Agosto”.

El enfrentamiento de MacCandless consigo mismo había durado 113 días. Dejó un diario escrito en la contraportada de un libro sobre plantas comestibles que resulta bastante críptico a fuer de telegráfico: “Día 2: Día helado. Día 4: Día El Autobús Mágico. Día 9: Debilidad. Día 10: Nevada. Día 13: Día del Puerco Espín… Día 14: Miseria. Día 31: Salgo del autobús. Aves Grises. Ave de ceniza. Ardilla. ¡Pato Gastronomía! Día 43: ¡ALCE! Día 48: Ya hay gusanos. El Humo parece ineficaz. No sé, parece un desastre. Ahora deseo no haber disparado nunca al alce. Una de las mayores tragedias de mi vida. Día 68: Beaver Dam. Desastre. Día 69: Llovió, el río parece imposible. Solo, asustado. Día 74: Loco terminal. Más rápido. Día 78: Encuentro con el lobo. Comí semillas de patata y muchas bayas. Día 94: Pájaro Carpintero. Niebla. Extremadamente débil. Culpa de la semilla de patata. Cantidad de problemas sólo para ponerme de pie. Muriendo de hambre. Gran peligro. Día 100: La muerte se cierne como una amenaza seria, demasiado débil para salir, estoy literalmente atrapado en el medio silvestre. No es un juego. Días 101-103: [No hay entradas escritas, sólo aparecen numerados los días]. Día 104: ¡Encuentro con el oso! Día 105: Cinco ardillas. Caribú. Día 107: Hermosas bayas. Días108-113: [Estos días están marcados sólo con barras]”. Un simple mapa hubiera podido ayudarle a salir del paso. Los lugareños dijeron que era de tontos haberse muerto de hambre en pleno verano y a veinte millas de una carretera. Tras conocerse la peripecia y muerte de MacCandless, el autobús fue bautizado con el nombre de Autobús Mágico y se ha convertido en objeto de culto y lugar de peregrinación para muchos entusiastas de lo auténtico.

Javier Mina 16-10-2014

domingo, 27 de noviembre de 2016

y en esto, se fue fidel

Yo le creí. Y de alguna forma le amé, como se ama a un líder máximo que inunda con sus fotos todo un país. No me importó arriesgar mi vida por sus ideales, que eran los de mi generación. Cuando Estados Unidos invadió Panamá en diciembre de 1989, yo servía como soldado en Angola, y me presenté en el estado mayor junto a otros cien de mi regimiento a pedir que nos enviaran a combatir a Panamá. Así éramos de inconscientes. Y de ingenuos.

De regreso a Cuba, asistí a su último gran discurso, el que pronunció en La Habana el 26 de julio de 1990. Y volví a casa con los pelos de punta. Pero a partir de ahí ya todo fue a peor. El periodo especial evidenció las frustraciones de millones de cubanos y el fracaso de un modelo social lleno de exclusiones ideológicas. Sufrí la prohibición de pisar playas y hoteles reservadas solo a turistas. Y la angustia de vivir en un país sin futuro, que premia la adhesión política por encima del talento. Fidel no quiso escuchar, ni ver, ni cambiar. ¿Para qué? Cuba era suya, se encerró en una realidad inventada, apócrifa, que ha ido disecando los logros de la revolución hasta convertirla en una pantomima de sí misma, en una patética dictadura de tebeo que hace mucho eligió suicidarse en su propio orgullo. Ese es su legado. Un país que tuvo en sus manos construir una sociedad verdaderamente justa, pero eligió inmolarse por la ceguera de sus dirigentes. Por eso la muerte de Fidel ya no cambia nada. Solo cierra un capítulo triste que nació al calor de la épica, y muere como tragedia.

Alejandro Hernández en InfoLibre


Fidel nos informó de que la Revolución Cubana había subestimado el poder del racismo. Como se dijo en ese momento, cuando el 26 de Julio (la organización revolucionaria que dirigió la lucha contra Batista) tomó el poder pensaron que era suficiente hacer ilegal la discriminación racista y que resolvía el asunto. El poder establecido del racismo, incluso en una sociedad que estaba tratando de erradicarlo, era más importante de lo que pensaban.


A pesar de los grandes avances que se han hecho, los avances probablemente de mayor importancia que cualquier otro país en el hemisferio occidental, las manifestaciones de racismo permanecen y, para nuestra sorpresa, Fidel estaba preparado para hacer frente a ellos.

La muerte de Fidel Castro no es ninguna sorpresa. Había estado haciendo frente a los problemas de salud desde hace algún tiempo. Sin embargo, dado el número de atentados contra su vida y los otros retos a los que se había enfrentado, ha habido un poco de pensamiento mágico para muchas personas, creer que, de alguna manera, siempre estará ahí.

Para muchos de nosotros de la "América Negra", Fidel representa la audacia que hemos deseado y buscado en la cara de la arrogancia imperial y racial. Si bien es lamentable que algunos de nosotros hemos retenido preocupaciones y críticas por respeto a Fidel y la Revolución cubana, es totalmente comprensible. Después de todo, este fue el país que desplegó tropas en Angola, que ayudó a aplastar al ejército del apartheid de Sudáfrica y sus aliados angoleños. Este fue el país que ha desplegado los médicos en la cara de un sinnúmero de situaciones de emergencia, a los países que no podían permitirse este tipo de asistencia. Este es el país que ha estudiado y llegado a comprender los huracanes de una manera diferente de la mayoría en la región de huracanes, tanto es así que se ofreció asistencia a los EE.UU. a raíz de la huracán Katrina en 2005, asistencia que el entonces gobierno de Bush rechazó.

Que su alma descanse. Y, dejar que los cubanos siguan su camino libre de interferencias externas. Fidel Castro era un componente importante para que esto suceda. Y, si esto no fuera suficiente, él y la Revolución cubana sacudió el mundo del siglo XX.

retratos en santiago

















Es lo que pasa cuando uno se junta con tanto dibujante desaprensivo, que acaba encerrado entre un montón de copas en las páginas de sus cuadernos.

La Voz de Galicia

sábado, 26 de noviembre de 2016

cosas encontradas en la playa




De estatua en Pompeya, mientras su hija se avergüenza.

Muchos seguidores de este blog saben que me encanta recoger piedras, cristales redondeados y maderas pulidas por la arena de muchas playas que visito. Esta chica nacida en Brooklyn, Nueva York, y criada en Southbridge, que responde al nombre de Jenniffer Steen Booher, va mucho más lejos: recoge y fotografía todos los objetos que encuentra en las playas.

Es licenciada en Historia del Arte y Estudios de Asia en el Vassar College, 1989. Estudió lengua japonesa en la Universidad de Nanzan en Nagoya, Japón, 1988. Después de un breve periodo en la Escuela del Museo de Bellas Artes de Boston, trabajó como empleada temporal en Bostony San Francisco. Obtuvo una maestría en Arquitectura del paisaje y Preservación histórica de la Universidad de Virginia en 1997. Trabaja en arquitectura del paisaje en la isla Mount Desert, Maine, desde 1998, y vive en la costa de esta isla, en la que le gusta pasear por sus playas.

Su serie de fotos "Caminar por la playa" están hechas con los objetos encontrados en las playas en diferentes días. Cada foto corresponde a una playa en particular y a un día. Son una especie de bodegones donde se cruzan las obras del hombre con las de la Naturaleza y la fuerza de las mareas.
Composiciones visuales donde se entrelazan formas, colores y texturas, y que vende por correo.

La serie Caminar por la playa de Jennifer Steen Bohooer

chapas de cerveza de irán


Llamaremos, por convención, cerveza a esta infusión dulzarrona de malta sin fermentar, cerveza sin alcohol. El alcohol está prohibido en este país. Estas chapas me las trajo Mariano. Gracias.

HeyDay Malt: Cerveza sin alcohol de la cervecera Khoshgovar Mashad. Llamada Apogeo, muy dulce.
Parsi Premium Pilsener: Cerveza sin alcohol. Parsi hace referencia a Irán. Los parsis son los seguidores de la religión zoroástrica, o parsi, la antigua religión de los persas y que aún existe, ya que está permitida en Irán, aunque no es la mayoritaria. Recordemos que un refresco de cola se llama Parsi Cola.

viernes, 25 de noviembre de 2016

hillary era la candidata de wall street

El gran error de los demócratas fue no darse cuenta de que en esta partida el que podría haber plantado cara era Bernie Sanders. El gran acierto de Trump fue hablar de los trabajadores. Trump se dirigió a la clase media depauperada y a la baja, prometiéndoles traer de nuevo las fábricas a EEUU, y se dio cuenta de lo mismo que Sanders, que fue lo que le dijo Clinton a Bush: "Es la economía, estúpido".

Bernie había centrado su campaña en la clase trabajadora con un discurso de no salvar bancos, atacar Wall Street... A la misma gente que apeló Trump, pero añadiéndole un discurso xenófobo y sexista. Muchos votantes que apoyaban a Sanders, no votaron por Hillary y sí por Trump porque era la candidata de Wall Street. Esto, desde una perspectiva europea, de partidos y no de personas, no se entiende. Y dentro de esta lógica, cuando vivo en una clase media depauperada y veo que Leonardo DiCaprio, que puede estar cobrando 15 millones por película, apoya a Hillary, pues voto para joderle también.


Juan Diego Botto

jueves, 24 de noviembre de 2016

gente moviéndose



Cuando la Miguela llegó por primera vez a Madrid, con los ojos como platos hizo la siguiente pregunta: ¿Dónde va toda esta gente? Imposible de contestar, unos van a un sitio, otros a otro. No hay un acuerdo para moverse, aunque lo parezca. Coches, taxis, autobuses, metros, trenes de cercanías, estaciones, gente con maletas con prisas, pasos de cebra a tope, cafés rápidos de paso... Esa impresión de constante trasiego es la primera que tengo cuando llego a Madrid.