Mi primer tramo del Camino de Santiago, una semana de Donostia a Bilbo, lo hice con un pequeño cuaderno Moleskine de bolsillo. Era de esos que se despliegan como si sólo tuviera dos páginas gigantes apaisadísimas que se pliegan en acordeón. En el anverso escribía y dibujaba a modo de diario, y en el reverso puse toda la ruta (de derecha a izquierda, en el sentido del camino), donde iba dibujando y anotando edificios y cosas curiosas. El camino lo hicimos andando y, aunque un poco difícil por lo accidentado del terreno, resultó muy agradable por haber muchas zonas de bosque y lugares hermosos.
Ahora que se acercan nuevos días de Camino, de Bilbo a Santander, justo la continuación de aquel tramo, pondré aquí los resultados que en él obtuve. Espero ayuden a aquellos que se animen a viajar de esta forma tan antigua y natural, y gusten de llevar siempre consigo un cuaderno.
¿Debemos interpretar que vas a pasar por la Cantabria en estos días? Mira que si tengo que corresponder a aquel estupendo cebiche voy a tener que organizarme...
ResponderEliminarVoy la segunda semana de Julio y descansaré dos días en Santander. Ana me ha dicho que iréis tras un pájaro dicharachero en los confines de Turquía. Aunque lo siento si es cierto, me parece mejor plan.
ResponderEliminarQue bueno trabajo!!
ResponderEliminarEspero un dia también hacer uno de los caminos de Santiago.
El tuyo cadernos y los tuyos dibujos me dejan todavía con más vontade de lo hacer!
Pues anímate! No hay nada en contra.
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