Me pierdo para sentirme mejor solo. Disfruto paseando por el Parque Casilda y, finalmente, me bebo un café de despedida en un terraza.
De vuelta en el tren, leo sosegadamente el periódico. Dueñas, un cartel de Bilore, Valladolid. Llegamos a Chamartín. Con el mismo billete cogemos el cercanías a Atocha. En La Rosa vuelvo al montado de boquerones con tomate, mi favorito.
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