miércoles, 29 de febrero de 2012
la muerte de er güishi
Encuentro un país devastado por la guerra. Triste, miedoso, escondido, ruin. Lleno de tocados del ala, heridos y muertos.
Uno de ellos es Er Güishi (cuya traducción es algo así como El Chilanque), en la pequeña Calle de la Fe, de Lavapiés. Un bar de ambiente agradable entre libros y partidas de ajedrez. Bonito mobiliario y precios razonables. Su especialidad eran los molletes tostados, ese pan redondito que ponen en algunos restaurantes.
La historia empezó hace cuatro años, cuando la policía entró en el local y encontró a un tipo fumándose un porro. Denuncia y, ahora, sentencia firme: cierre por seis meses. ¿Seis meses pagando el local y a los empleados sin ningún ingreso?¿Quién quiere el traspaso de un negocio que ha de estar cerrado medio año? En fin, que cerrará irremediablemente y los dos camareros se irán a la puta calle, como tantos otros en este país. Un porro tiene la culpa. Demasiado duro. Demasiados cadáveres.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
pintan bastos en Madrid
ResponderEliminarBienvenido al club... Que te sea lo más fácil posible la re-adaptación al sistema.
ResponderEliminar4ojos, en Aragón ya ni pintan ...
No me atrevo a encender la tele, ni la radio. Prefiero mi nube ignorante. Gracias.
ResponderEliminar