Nos tomamos unos pasteles en Belén y luego nos acercamos al Tajo a tomar el sol, junto al Monumento a los Descubridores. Me hablan de la música pimba, música hortera, de pachanga. Subimos al barrio de Mariana, a la capilla renacentista circular de Santo Amaro, con contrafuertes en el exterior y piernas y brazos por doquier en el interior. Una señora nos explica que un albañil se rompió un brazo y una pierna en la construcción de la capilla, pero le fue curado de forma milagrosa. Las escalinatas al río reproducen un barco. Los aviones vuelan bajo. En uno de esos partiré dentro de un rato. Es por eso que ya nos despedimos.
domingo, 24 de noviembre de 2013
la ruta del 28, unos pasteles, piernas y brazos
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