A pesar de que el autor francés de novela negra Frédérique Molay comentó que En busca del tiempo perdido era una gran pérdida de tiempo y que André Gide calificara El camino de Swann como incomprensible, Proust fue agasajado por lectores y escritores y, es posible, que todos sus aduladores hayan leído las cuatro mil páginas del libro.
Confieso solo haber leído el primer tomo, y que me ofreció la dulzura necesaria para soportar una convalecencia en hospital. El camino de Swan se publicó por primera vez hace hoy 100 años, con una edición de 1750 copias, para la que Proust pagó los más de 1000 francos que costó la impresión.
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