sábado, 22 de febrero de 2014

salud, rentabilidad y el poder del dinero





El científico Tyrone Hayes de la Universidad de California descubrió un herbicida ampliamente usado puede tener efectos nocivos en el sistema endocrino. Pero cuando trató de publicar los resultados, el fabricante del producto químico puso en marcha una campaña para desacreditar su trabajo. Hayes fue contratado por primera vez en 1997 por una empresa, que más tarde se convirtió en gigante de la agroindustria Syngenta, para estudiar su producto, atrazina, un pesticida que se aplica a más de la mitad de los cultivos de maíz en los Estados Unidos, y ampliamente utilizado en campos de golf y en las granjas de abetos de Navidad. Cuando Hayes encontró que la atrazina causaba anormalidades sexuales en las ranas y que podría causar los mismos problemas para los seres humanos, Syngenta se negó a permitir que publicara sus hallazgos. Un nuevo artículo en New Yorker utiliza documentos a partir de una demanda colectiva en contra de Syngenta para mostrar la forma en que trató de manchar la reputación de Hayes y evitar que la Agencia de Protección Ambiental de los EE.UU. prohibiese el producto químico rentable, ya prohibido en la Unión Europea. 
-Democracy Now!

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