Visitó Groenlandia con la idea de fotografiar varias familias, pero allí conoció a Uunartoq, un viejo cazador nativo de esos que cazan para vivir, en un remoto asentamiento de 250 colonos y 500 perros de trineo. Él representaba la vieja vida que desaparecía con el cambio climático. Los inviernos más cortos, el deshielo estaban convirtiendo a los cazadores en pescadores y la propia naturaleza estaba cambiando.
Pasó dos semanas con él y luego volvió para ser testigo. Uurnartoq estaba preocupado por el futuro, los jóvenes se marchaban, los casquetes y los osos polares estaban desapareciendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario