sábado, 15 de febrero de 2014
memoria trucada
Nuestras memorias están manipuladas y es probable que hasta los momentos más emotivos, como el encuentro con un gran amor o el nacimiento de un hijo, no sucedieran como los recordamos. Y no es que exista un dictador totalitario que ha logrado acceso a nuestro cerebro para modificarlo a su antojo; somos nosotros mismos quienes reescribimos nuestro pasado. Según un estudio de la Universidad del Noroeste (EEUU), la memoria toma fragmentos del momento actual y los inserta en el pasado para que encaje mejor en nuestro mundo presente. Este trabajo, que se publica en la revista Journal of Neuroscience, es una prueba más de que el funcionamiento de nuestra memoria se parece poco al de una cámara de vídeo y que nuestros recuerdos no son demasiado fiables. También se descubrió que la sala de montaje en la que se editan los recuerdos como si de una película se tratase es el hipocampo. De alguna manera, las memorias se adaptarían a un entorno cambiante para ayudarnos a enfrentarnos a lo que es importante para la supervivencia en el presente.
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