Cafetería pastelería tipo de todas las capitales de provincia, con aire retro, agradable digamos que para cualquier tipo de público, y pasteles a precios altos; pero un buen refugio para el cuadernista acalorado. Estudiantes, amigos, parejas maduritas y familias completas disfrutando del aire acondicionado en agosto en un decorado de volutas de escayola, colores pastel y muebles de cafetín-salón de té.
Este local, en los soportales de la Plaza Mayor de Ciudad Real, fue una tienda de ultramarinos selectos hasta 1985, en que la familia Moreno Cid se hizo con él, convirtiéndolo en su segundo establecimiento de la plaza.
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