Santiago Cirugeda es un arquitecto subversivo sevillano que ha dedicado su carrera a la recuperación de espacios urbanos para el público. En el top de la austeridad en España, donde el Estado se ha retirado y alrededor de 500.000 nuevos edificios se encuentran vacíos, "la gente está haciendo las cosas a su manera", dice Cirugeda. "En tiempos de crisis, las personas se reúnen para encontrar soluciones colectivas".
Con su conocimiento experto de la legislación urbanística, Santiago no tiene miedo de "ocupar" el espacio abandonado y utilizar su conocimiento de la ley para permitir la construcción de la comunidad. "La autoconstrucción no ha sido legalizada en España, por lo que cualquier arquitecto que asuma este problema tiene que asumir la responsabilidad civil y criminal", dice, refiriéndose a los problemas logísticos que enfrenta mientras trabajaba en los bordes de la ley."A veces hacemos cosas que son ilegales, pero no estamos haciendo daño a nadie. Por el contrario, lo estamos haciendo para beneficiar a más personas. La decisión de trabajar ilegalmente significa un enfoque diferente".
Sus edificios son a menudo de rápida construcción, estructuras móviles fabricados con materiales reciclados. El diseño para Cirugeda trata sobre la correspondencia de los materiales disponibles con las habilidades de aquellos interesados en construirlo. La clave es que tienen una función social, perdida en la arquitectura contemporánea en su obsesión por la estética.
Cirugeda es un héroe de la ocupación y la auto-construcción. Él está usando sus credenciales como un arquitecto para probar y aprovechar las leyes de planificación, tener acceso a la tierra y obtener los proyectos aprobados para los grupos que nunca podrían permitirse normalmente un arquitecto - y mucho menos convencer a nadie que los ayude. Pero si alguna vez hubo un rebelde con causa, es Santi.
La clave para su trabajo y su estudio de arquitectura, Recetas Urbanas, es el proceso colectivo de la autoconstrucción y reunir a personas para trabajar en pro de un objetivo común.
Desde el punto de vista del diseño, el elemento más importante es la función. Sus construcciones son respuestas muy prácticas a la necesidad urgente y dice la estética no son nada importante:. "La gente dice que mis edificios son feos, pero yo digo ¿quién no tiene un amigo feo o una amiga fea? "
Suya es la estructura en forma de araña que marcó el espacio autoconstruido del circo y de las artes llamado La Carpa, utilizando materiales baratos o totalmente libres que son a la vez duraderos y fáciles de usar, para que cualquiera pueda construir.
Muchos de estos materiales vienen a través de una red nacional de "arquitectos" colectivos que trabajan en todo el país. Este fue, sin duda, el aspecto más interesante de esta historia, descubriendo que hay, de hecho decenas, si no cientos, de arquitectos de toda España que se reúnen para ayudar a una variedad de colectivos y grupos para hacer realidad sus sueños, en un momento en que España está en una profunda crisis política y económica.
Pero de acuerdo con Diego Peris, un compañero arquitecto de Madrid que dirige el estudio Todo por la Praxis, que no están tratando de encontrar una salida para el gobierno: "Lo que estamos haciendo aquí no es una solución rápida para la crisis, esto es dar con una nueva forma de hacer las cosas".
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