Fue Marlon quien propuso ser nuestro amigo y organizarnos un tour en Huancayo a base de combis y transporte barato. Consistía en Concepción-Convento de Ocopa-Jauja-Laguna de Paca-Río Mantaro, pero, como estábamos agotados, nos hemos levantado muy tarde y no ha podido ser tan completo. Pero lo hemos llamado y ahora está feliz diciendo a sus amigos por el selular que tiene dos amigos extranjeros.
Vamos al Convento de franciscanos de Santa Rosa de Ocopa, muy cerca de Concepción, entre Jauja y Huancayo, tierra de alcachofas, que sustituyen a la coca. Llegamos tarde, acaban de cerrar. Lo dibujo por fuera y, como quiera que los verdes se desparraman, construyo los edificios a partir de las manchas. A Marlon le gusta esto del dibujo y disfruta haciendo apreciaciones. Dibujo también el parque de Ocopa, sobre la misma base manchada en la vuelta de la hoja.
Hacemos tiempo comiendo en el porche del pequeño bar
El Puentecito, en la plaza, un rico caldo de gallina con presa y pasta. A las tres abren el convento, fundado en 1725 por los franciscanos como base de operaciones para la evangelización en la selva peruana. Nos guía una desganada señorita que nos cuenta las cosas como si no lo mereciéramos. El primer patio con el olivo, retoñando, que pusiera el fundador y dos hermosas encinas. Cuadros de la escuela de Cuzco y copias de Murillo, Ribera o el Greco; pero los mejores los que hay en la sala de los mártires: mogollón de frailes atravesados por las flechas y un gran cuadro con todos los retratos de los muertos por violencia. Hasta cinco patios de lo más colorido. Alucinante biblioteca en uso de más de 25.000 volúmenes registrados y ordenados (algunos incunables). Gabinete de Ciencias Naturales, con cocodrilos, aves, monos, peces y serpientes disecados y desconchados, traídos de la selva a lo convento de Pastrana.
Lo mejor de todo, sin lugar a dudas, es el convento fundacional,
el conventillo primitivo. que se mantiene en muy buen estado. La paz que transmite y las ganas de quedarse que genera, hacen que uno no entienda el traslado. Cuando uno es más feliz, alguien propone un cambio.
Volvemos a Concepción, para visitar la feria, que toca hoy. Me gusta mucho este mercado con vendedores y compradores de la comarca, que recorren los diferentes pueblos según que día de la semana. El domingo corresponde a Huancayo, la capital de la provincia o departamento. Marlon nos comenta cómo se hacen los gorritos de las señoras (
ese está hecho de lana de alpaca si?) y los nombres y procedencias de las prendas de vestir. Tengo que ser muy riguroso, pues me corrige. Resulta ser un buen aliado.
¿No se molestará José María si le digo que podría dibujar esa viejita? Beni se lo pasa bomba mientras recorremos el mercado y paramos cuando Marlon encuentra algo interesante.
Se pone a llover y acabamos debajo de los toldos. Me pongo como una sopa y me pillo un resfriado. Volvemos a Huancayo y compramos los billetes para mañana ir a Ayacucho. Invitamos a Marlon en el Café Restaurante Giráldez, que nos gusta mucho. Se corta y sólo se come un sandwich de huevo. Nos despedimos con abrazos. A él le gustaría que nos quedásemos más tiempo, pero hemos de seguir nuestro viaje
El cultivo de alcachofas está dentro del programa de sustitución del cultivo de coca.
Eso de construir el dibujo sobre las manchas te ha quedado genial, repítelo.
ResponderEliminarVeo que vais mejor del mal de altura.