lunes, 30 de enero de 2012

sofocones hasta cuzco


Como abuelos, nos sentamos en un banco de la plaza de Aguas Calientes viendo la vida pasar debajo de unas montañas verdes verdes fuertes levantadas como menhires (imagen 1). El estruendo del río llega hasta aquí. La gente simplemente se deja acariciar por el sol. Oímos hablar a alguien que ha habido un derrumbe y no llegará el tren.
Desayunamos unos vasos de chicha de zanahoria y quinúa anca la señora Carmen y una rodaja de sandía que no le llega a las de Bolaños ni a la punta de los talones. Bajamos a la estación y me pongo al sol a dibujar la carga de mercancías en los vagones. Al rato, los curritos han dejado la tarea y los tengo todos en el cogote mirando. A medio día, nos comunican oficialmente que no hay tren. Discusiones y más rollos. Consigo que me sellen el boleto para que me reintegren el 100% en Cuzco y nos piramos andando hasta la hidroeléctrica, el camino que trajimos, bajo la promesa de que haya una combi allí para recogernos. Llegamos a las dos horas por la vía del tren rodeados de mariposas naranjas y negras que se ven en grupos de más de treinta. Cataratas, rápidos, humedad, mosquitos... selva. Los arroyos hay que cruzarlos por las traviesas de la vía. En La hidroeléctrica no espera nadie y cogemos la combi de otra compañía.
A toda velocidad corre por los barrancos haciendo chillar las ruedas. Alguien pide que se corte. Una niña vomita, una argentina cree morirse.
A las nueve y media llegamos a Cuzco. Pido un boleto para poder justificar mi gasto. Nos sentimos estafados y resulta una noche triste. Se nos cierra el estómago y ahí se queda el pollo suplicando inútilmente que lo coman. Beni ha perdido la voz y esto empeora las cosas. Mañana esperamos que el sol y un poco de suerte de la vuelta a la tortilla.

2 comentarios:

  1. ¡Ánimo! Ya sabes que los viajes tienen estas vicisitudes y que con el tiempo, en una buena sobremesa, todo se relativiza. Disfrutad de lo hecho, de lo visto y del porvenir.

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  2. Impresionantes estas páginas. Tanto como tu relato. Pero si hubiese aparecido el tren quizás no hubieras tenido ocasión de dibujar el mercancías ni de liderar una manifestación de mariposas.

    Que disfrutéis del viaje, del pollo y de la tortilla.

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