La hija de
la Tuna, la gallina americana, tiene pollitos. Placer de verlos siempre detrás de su madre, que les enseña a marchas forzadas. Comen de lo que ella come e intentan saltar como ella. Caen como pelotitas de trapo. Los gatos y las ratas acechan. Los llevo a mi patio. Se comen las hormigas y escarban para sacar lombrices. Vienen los amigos a verlos. Beni saca unas cervezas y nos sentamos con media sonrisa viendo el espectáculo. Con ese nosequé que dentro de nosotros despiertan.
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