Difícil encontrar alegría en los bares sin terrazas donde el dueño espera impaciente detrás de una mordaza. Vacío, silencio, angustia. Para colmo, esta vermutería (
y mucho más, reza en el cartel) es negra y oscura. Casi no me atrevo a dibujar. Y eso que tiene una buena carta de tapas y admiten perros. Está en Doctor Fourquet 28, en Lavapiés.
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