martes, 14 de abril de 2020

proclamación de la II república en ciudad real

Proclamación de la II República en desde el balcón del Ayuntamiento

Se presentaron en Ciudad Real dos candidaturas: La Candidatura Liberal Monárquica Constitucionalista, conocida también como Candidatura Municipal Antirrevolucionaria, y la Candidatura del Bloque Republicano-Socialista. Estas eran las principales contendientes en un proceso en que también existían opciones independientes. Sólo la primera presentaba candidatos en los cinco distritos electorales de la capital: Ayuntamiento, Catedral, Diputación, Audiencia y Hospital. La candidatura republicano-socialista no presentaba candidatos por el distrito quinto (Hospital) formado esencialmente por las tres aldeas anejas a Ciudad Real que, precisamente, por su carácter rural estaba asegurada por la candidatura monárquica. Asimismo, en el primer distrito (Ayuntamiento), tampoco se presentaban los candidatos independientes.

La candidatura monárquica contaba con el asesoramiento, el respaldo y la experiencia de cinco políticos liberales como eran Cirilo del Río, Miguel Pérez Molina, José Cruz Prado, Fernando Acedo-Rico y Emilio Bernabéu, si bien ninguno de ellos era candidato. Prácticamente todos los candidatos presentados eran monárquicos constitucionales; entre ellos estaban Lorenzo Montero, Alfredo Ballester, Augusto Piqueras, el médico Manuel Aguirre Navarro o los maestros de obras, Francisco León y Manuel Baeza. Su adscripción social era pues bastante variada, casi todos ellos pertenecientes a grupos profesionales o a actividades industriales o mercantiles.

José Maestro, Alcalde entre 1931 y 1934
En la candidatura republicano-socialista figuraban los nombres que, hasta ese momento, eran más representativos, por su actividad política, de esas opciones. Tales eran, entre otros, José Maestro, Fernando Piñuela, Calixto Pintor o Francisco Morayta. Exactamente la mitad de los candidatos por esa opción eran militantes del PSOE. Entre los restantes, algunos ya habían sido concejal durante el último Ayuntamiento de la Monarquía; tal era el caso del médico Francisco Morayta, militante del Partido Radical.

El día 12 de abril transcurrió con cierta normalidad sólo turbada por pequeños incidentes en los colegios electorales. Como escribe José Antonio Sancho, «a pesar de la aparente tranquilidad de la jornada, cabe pensar de lo conocido que tanto republicados como monárquicos ejercieron cierta coacción entre los votantes: los primeros por la presencia de piquetes de jóvenes en las calles; los segundos, por medio de sobornos materiales». Según el Anuario Estadístico, el índice de participación fue alto, un 81 por 100, superior en 14 puntos a la media nacional.

El resultado de las elecciones fue favorable a la candidatura republicana, que obtenía 16 de los 24 concejales a elegir, correspondiendo los otros ocho a la candidatura monárquica. Esta sólo triunfó en el distrito quinto, como estaba previsto, de componente rural formado por las aldeas anejas de La Poblachuela, Las Casas y Valverde. De la candidatura republicana, el grupo socialista era el más votado, con ocho concejales.

El primer gobernador republicano, Miguel Pastor Orozco,toma posesión de su cargo. A su lado, 
el gobernador accidental,Angel Avila y el alcalde Piñuela.
Los resultados obtenidos y el eco de lo que estaba sucediendo en Madrid y en otras capitales crearon un ambiente de efervescencia popular que se tradujo en una concentración frente al edificio del Gobierno Civil. El socialista Fernando Piñuela comunicó desde la Casa del Pueblo que el acto de proclamación de la República se celebraría al día siguiente a las diez de la mañana.

Miguel Maura cuenta en sus Memorias cómo, constituidos en Gobierno Provisional de la República, tomaron posesión del Ministerio de la Gobernación, en la Puerta del Sol, y desde allí, por teléfono, fue cambiando a todos los gobernadores civiles de España. Obedeciendo esta orden, confirmada por telegrama, a las 22,40 del día 14 era depuesto el gobernador monárquico Miguel Angel Rivera y quedaba como gobernador interino el presidente de la Audiencia, Angel Avila. Unos días después tomaría posesión el primer gobernador republicano, el abogado jienense Miguel Pastor Orozco. También esa misma noche del día 14, la junta Republicana Local nombraba alcalde provisional a Fernando Piñuela, al frente de una junta permanente municipal formada por Francisco Morayta, José Maestro, Justino Espadas, Manuel Novés y Antonio Vargas.



El día 15, tras una multitudinaria concentración en el Parque, era proclamada la República desde el balcón del Ayuntamiento; a las tres de la tarde se reunía por primera vez en sesión, tras haber retirado de la sala la imagen del Corazón de Jesús y el retrato de Alfonso XIII.


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