Desayunamos en un restaurante en medio de la selva. Hablamos con unos catalanes que llevan el sentido inverso a nuestro viaje. Nunca compramos El País, dicen, sólo La Vanguardia o El Periódico. Los ríos están inundados. Pasamos pueblos de chozas y gente con blusones blancos y el pelo largo, son los mayas lacandones, una comunidad casi extinta. Llegamos al embarcadero fronterizo del Corozal. Migración nos mira los macutos. Nos montan en una barca hasta Bethel. Estamos en Guatemala, los miños nos saludan, nos enseñan sus monos, no quieren fotos. Aquí nos espera una vieja camioneta. Vamos por un carreterín pedregoso, dando botes. Nos cruzamos con caballos. Poncha una rueda, paramos en el primer pueblo a arreglarla. Nos meten en una tienda rodeados de perros sarnosos. Un chaval quiere saber de España y Europa. Le dibujo un mapa. Ah, dice, esa isla es Inglaterra. La gente se cabrea porque hoy no podremos ver Tikal, llegaremos muy tarde y mucha gente tiene los días contados.

No hay comentarios:
Publicar un comentario