martes, 30 de julio de 2024

malditas palabras




    Ha dejado de confiar en las palabras. Antes del incidente, Haesu nunca había pensado en las limitaciones del lenguaje. Creía que podía expresar y explicar cualquier cosa a través de las palabras, pero ahora tiene miedo de hablar. Ha caído en el ostracismo por culpa de las palabras y de repente aparecen en su vida estos dos personajes a los que no tiene por qué dar explicaciones ni la van a juzgar porque la comunicación con ellos no requiere palabras. En muchos momentos a lo largo de su relación con el gato y con la niña se da cuenta de que la comunicación no verbal es mucho más honesta que la comunicación verbal.
    Ahora [Haesu] cae en la cuenta de que ella misma no era más que un ser humano abarrotado de palabras que desperdiciaba sin la menor prudencia. Nunca se tomó el tiempo de pensar cómo nacían, cómo vivían y a dónde iban a morir. Kim Hye-jin sobre su novela Soy toda oídos

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