Nadie está seguro de cuándo comenzó este tremendo remolino (la tormenta más grande y duradera de nuestro sistema solar actual, con un diámetro mayor que el planeta Tierra y vientos de más de 420 kilómetros por hora). O por qué es roja. O incluso quién la observó por primera vez.
Se ha observado durante mucho tiempo, y no siempre por astrónomos profesionales, estas personas, impulsadas simplemente por su curiosidad, han realizado gran parte del trabajo de observación de la Gran Mancha Roja durante cientos de años. Juno, la nave espacial de la NASA que llegó a la órbita del gigante gaseoso en julio de 2016 y se espera que continúe recopilando datos al menos hasta septiembre de 2025 nos ofrecerá más información para nuestra comprensión de la dinámica en juego en otras atmósferas. —Katherine Harmon en Nautilus
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