El bar
Gabi, en la avenida del Rey Santo, es normalito, de malas tapas de cocina a 1,50. En la pequeña
Cafetería Tara, en la calle Paloma, te ponen cañas a 1,20 con tapas clásicas de cocina, me como un platito de oreja en salsa. La cervecería pub
Iris Hunter, en la Avenida del Torreón, parece una cafetería sin café, un pub incómodo, con niños guerreando, o una cervecería sin tapas de cocina; puedes ver los partidos de fútbol inflándote de cerveza. La pequeña taberna del mercado
Merca Fresca, tiene tapas de cocina, normalitas, a 1,30 la caña, la camarera, de grande, es felliniana. El bar
Essencia, en la Avenida del Torreón, tiene buen ambiente y jóven a la hora del café; mal café y mala pastelería; con las copas es más difícil fallar.
Tapas Willy, en la calle Azucena, tiene cerveza Mahou de barril y tapas de gámbidos y marísquidos, entre flotadores de barco, nudos naúticos y algún guerrero barbudo persa (?); bastante concurrido. El popular
Bar Alcalá, en la calle Juan II, escaso en tapas, tiene precios bajos. El pijobar
Doña Croqueta, de la Ronda de Ciruela, tiene cantidad de camareros que forman una gran familia, con hijos incluidos, muy poco interesados en atender a los clientes, pues tienen cosas mejores que hacer; tiene tapas de cocina incluida en la caña por 1,40, solo que hay que esperar a que las calienten. Por último, el
Café Martina Brunch, en la calle Toledo, ofrece combinados con y sin alcohol, digestivos de importación, zumos, tés y cafés sofisticados para pasar la tarde de cháchara. Nada de cerveza y tapas, mejor ir merendado.
Solo añadir que el bar El Capricho, en Cardenal Monescillo con Libertad, donde se podían disfrutar las cervezas mejor tiradas de la capital y parte de la provincia, y además de Mahou, ha cerrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario