El primer temblor del terremoto de 1755 se notó a las nueve y media del 1 de noviembre. Pocos minutos después hubo una sacudida mucho más violenta que redujo la mitad de la ciudad de Lisboa a escombros. Un tercer seismo provocó una ola de incendios. Una hora después, inmensas olas entraron por el Tajo e inundaron la parte baja de la ciudad. Los fieles que celebraban el día de difuntos fueron enterrados bajo los cascotes de más de veinte iglesias. Se calcula que unas quince mil personas perdieron la vida.
Esta iglesia del convento de la Orden del Carmen era la mayor iglesia gótica de Lisboa hasta ese día, en que se convirtió en una estructura desnuda de arcos de piedra. Actualmente es un recuerdo del terremoto, pues se ha mantenido en ruinas. El prebisterio, la única parte intacta, alberga un museo arqueológico privado. Su cercanía al Chiado, su fácil acceso desde el Rossio por el elevador de Santa Justa y esa atracción romántica que tienen las ruinas hacen que sea más visitado que el Museo Nacional de Arqueología, en Belém.
Magnifico!
ResponderEliminarQue chulo!
ResponderEliminarJosé, já publiquei o meu desenho ao almoço no meu blog.
Um abraço!
Muito obrigado a ambos.
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