martes, 23 de febrero de 2016
el jacarandá
Otro de los rastros dejados por el imperio colonial portugués es la proliferación en largos y praças de este exótico árbol de América del Sur cuyo nombre podría venir del guaraní, ya que hakua-renda significa lugar perfumado. En Paraguay también se le llama caroba' o ka-í jepopeté y significa aplauso de mono, por sus frutos en forma de castañuelas. Nosotros, y los portugueses, lo llamamos jacarandá. Otros nombres que recibe son jacaranda, gualanday y tarco. El típico ornamental es el mimosifolia, con sus ramas retorcidas y su copa frondosa, especialmente indicado para climas templados.
Es un árbol que puede llegar a los 15 metros de altura y con la hoja caduca, que ahora luce con unos verdes amarillentos. Sus raíces avanzan rectas y profundas, por lo que no estropean las calzadas. Las hojas cocidas tienen un uso medicinal, como antiséptico y antibacteriano, y su corteza es astringente. Florece en mayo y junio, llenando la ciudad de unas hermosas nubes y mantos violetas, un momento mágico en la vida de Lisboa, especialmente en la Avenida de Dom Carlos I, que se convierte en una auténtica masa coloreada. También pueden verse aquí, en Rato, de donde es este dibujo, Belém, Largo de Santos, Campo Pequeño, Parque Eduardo VII o la hermosa plaza de O Carmo.
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Tens que vir a Lisboa em Maio.
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