La burorrepresión se define, en su sentido estricto y duro, como la utilización, por parte de las instituciones de control, del arsenal de sanciones administrativas disponibles en el entramado de leyes, normas y ordenanzas, con el fin de desactivar la protesta de los movimientos sociales, políticos y ciudadanos. En su sentido extenso y blando, la burorrepresión, pretendiendo controlar la potencial disfuncionalidad de sectores sociales que están inmersos en procesos de empobrecimiento y exclusión, adopta la forma de trabas burocráticas o legales que se convierten en graves impedimentos funcionales para los individuos y colectivos afectados.
Como concepto, se abre paso gracias a lo que, por derivación lingüística, podemos denominar burorresistencia. Estar a la altura de las circunstancias históricas es hacer frente de forma cooperativa y proactiva a ese tropel de multas y sanciones que se lanza contra la protesta y la resistencia, no dejándose amedrentar por quienes quizá piensan que, excepcionalmente, será la burocratización velada de una vasta acción represiva lo que salvará al sistema en sus horas más bajas. -Pedro Oliver
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