No notamos la crisis. Las rebajas venden ropa a precios desorbitados y no por eso han dejado de venir. Compran sin ton ni son vestidos impolutos y bisutería a precio de auténticas joyas. Las parejas buscan muebles de diseño, hacen comentarios en un tono bajo. No se escandalizan de los precios. Se les ve muy preocupados por su forma de caminar, otros ademanes y su aspecto externo. Las bufandas las enrollan a sus cuellos de una forma especial. Ellas son rubias mechadas, media melena lacia, todas igual, bolso grande de piel, botas de caña, largos tacones o manoletinas las más jóvenes. Los niños también son rubios y guapos, llevan unos jerseys de rombos en varios tonos azules. Apenas si hay bares. Gustan de las pastelerías, donde toman café con leche y algún dulce o un canapé. Sus cafés cuestan dos euros, y les parece bien. Ellos introducen palabras inglesas en la conversación. Aquellos piden cava. Ríen sin ganas. Los días como hoy salen a la calle con sus vástagos. Todos tienen las manos limpias, los dedos largos, la piel delicada. Parece que acaban de salir de misa.
Aqui, en mi barrio esta mañana he escuchado decir a un señor en el bar donde desayuno Habitualmente: "A los ricos, patá en el hocico". Pues eso.
ResponderEliminarCada día más marcianos, suben y suben. Llegarán tan alto que habrá que adorarlos.
EliminarEs difícil la patada al que vive en otro planeta.
Saludos Inma.
La pena es que cuanto más suben y suben hay otros que más bajan y bajan. Un saludo.
Eliminar