Como quiera que este año la cosa se está poniendo fea para un gran viaje, me conformaré con recordar el que hiciéramos justo ahora hace tres años por Sudamérica. El punto de partida era un billete de avión de ida a Quito y vuelta desde Buenos Aires dos meses después. Algunos amigos ya lo conocen porque les mandaba una crónica diaria por email (y que fue el germen de este blog). En Ecuador decidimos seguir la carretera Panamericana, que es la marcada en rojo en el mapa, la bifurcación de la derecha, desdeñando la primera idea pasando por Guayaquil y la costa, por el calor que hacía cuando uno se alejaba de los Andes.
Cuánto me gustaría hacer un viaje así¡¡¡¡¡
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