Ayer me gritaron negro
Les juro que me gustó
Cuando yo le dije cholo
El cholo se molestó
En Zaña, ciudad fundada con el nombre de Villa Santiago de Miraflores de Zaña vive una comunidad afroperuana. De su mano, personificada en Ildebrando Briones, conocemos la composición métrica de la décima usada por Calderón de la Barca o Martínez Espinel (a la propia estrofa se le conocía con el sobrenombre de “espinela”) que fue acogida como propia por los hombres de color trasladados a Perú. La hicieron suya.
Los indígenas afroperuanos conservan sus costumbres populares, como la poesía en diez versos heredada de España y la danza llamada también “zaña”, que solía contener letras procaces e incluso blasfemas, se bailaba suelta y se hacía acompañar por un único instrumento, el cajón (“Con el cajón en el suelo / Y la quijada en la mano / El negro baila mi hermano / Bendecido por el cielo”, escribe otro “decimista”, Luis Legoas). Este verso clásico español tiene una métrica conocida: el primer verso tiene que rimar con el cuarto y el quinto; el segundo con el tercero; el sexto con el séptimo y décimo; y el octavo liga con el noveno. Briones nos explica que los negros del Perú también las cantan, las sienten como especiales y, aunque la composición nació en España, ahora son los afroperuanos los que la acunan con más asiduidad. De África vino la esclavitud, de España, la religión y el idioma. Los españoles conquistaron Zaña y fueron trayendo a estas tierras la décima a través de los juglares y los curas cuando la ciudad estaba en apogeo, en el siglo XV.
Los indígenas afroperuanos conservan sus costumbres populares, como la poesía en diez versos heredada de España y la danza llamada también “zaña”, que solía contener letras procaces e incluso blasfemas, se bailaba suelta y se hacía acompañar por un único instrumento, el cajón (“Con el cajón en el suelo / Y la quijada en la mano / El negro baila mi hermano / Bendecido por el cielo”, escribe otro “decimista”, Luis Legoas). Este verso clásico español tiene una métrica conocida: el primer verso tiene que rimar con el cuarto y el quinto; el segundo con el tercero; el sexto con el séptimo y décimo; y el octavo liga con el noveno. Briones nos explica que los negros del Perú también las cantan, las sienten como especiales y, aunque la composición nació en España, ahora son los afroperuanos los que la acunan con más asiduidad. De África vino la esclavitud, de España, la religión y el idioma. Los españoles conquistaron Zaña y fueron trayendo a estas tierras la décima a través de los juglares y los curas cuando la ciudad estaba en apogeo, en el siglo XV.
También trajeron en la época colonial los contingentes sometidos de trabajadores procedentes de África y Asia para trabajar las tierras y ser esclavos del servicio. La fusión de negros, asiáticos, españoles e indígenas se forjó entonces y constituyen hoy los rasgos característicos del poblador zañero. “El negro llegó al Perú / Con repiques de tambores / Bailó sin tener pudores / Contra toda esclavitud”, escribe el “decimista” Briones.
Baila negro baila zambo
tu música afroperuana
jaranero de jarana
desde Corbacho a Malambo.
Corre tu sangre caliente
por esas venas de fuego
y tu cuerpo desde luego
vibra por esa corriente
y por que eres descendiente
del mulato del malambo
que fuera así como el mambo
el cautivo de ese son
y al compás de un buen cajón
baila negro baila zambo.
Cimbra tu linda cintura
repica bien tu cadera
con landó o con marinera
sobresale tu negrura
abajo de tu cintura
en donde el cucú es replana
muévelo si tienes ganas
que tu cuerpo desespera
desde Chincha a Yapatera
tu música afroperuana
Eres reina del lindero
criada con el cajón
porque al escuchar el son
sale tu instinto zañero
anda y dile al guitarrero
que me toque hasta mañana
de esta noche tengo ganas
de amanecer jaraneando
aunque me sigan gritando
jaranero de jarana.
Junto con su negritud
entre jóvenes y viejos
linderos, zangos, festejos
sonaron en el Perú
y el negro puso el landú
la negra puso su sango
y su fruto es el zambo
le ha salido bailador
guitarrero y trovador
desde Corbacho a Malambo.
Quizá sea Chincha la ciudad peruana con la mayor comunidad afroperuana en proporción a sus habitantes.
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