miércoles, 13 de marzo de 2013

santa teresita





A media noche tengo que poner la mosquitera, ya empezado. Aquí no hay moquiiiitos, no se apuuuren dijo el dueño charlatán argentino. De paso apago el frigo que hace un ruido terrible ( es un Zenith de los años sesenta). Nos despertamos a las ocho, está nublado. Espero que levaaante dice, pero ya está calado: no levanta ni pa Dios.

Mantengo una charlita con el dueño que arregla las plantas. Bueno él la mantiene conmigo, yo no puedo más que conducirla un poco. Mucha geente que se fue a trabajar a Buenos Aires y luego quedó allá en la Villa 31 (el barrio peligroso al lado de Retiro). Resién perdió Menen su mandato cuando iba a arrasarlo, ahora no entra ni la policía. El trabajo hay que buscarlo. Cuando yo lo perdí en Buenos Aires me fui hasta el confín de Argentina a buscarlo. Y después aquí. Llegué a las seis de la mañana y a las ocho ya estaba trabajando. Esa gente no vale una pinga. Te tiran de la cadenita en la terminal y ya se fueron corriendo a la 31. Bla bla, bla bla. No se cansan.

Beni se duerme otro ratito mientras yo preparo el desayuno y me voy a dar una vuelta. La carnicería El Ternero ya está a tope. Me llego hasta la plasha, ya hay gente bañándose. Subo al muelle. Están pescando con unas cañas gordas de bambú que acaban en una cuerda atada a una red semiesférica que llaman mediomundo. La cosa consiste en subirlas y bajarlas y ver que ha entrado con suerte. Buscan lisas y pejerreyes, pero sólo entran pequeñitos que también guardan. Un momento que acaba de caer un pejerrey blanco plata agitándose con sus ojillos negros. Cuentan que el agua está sucia porque el viento viene del Este, pero cualquiera se cree algo por aquí. Hay un brasas que no para de machacar que hay que tener mucha pasieeensia, el otro día pescaaando el sooolo, shegó un looco que quería mataaarme por un pez.. Pero hoy jueeega Argentiiina con Alemanía viste? Ahora se dice Maneg, no Munich… sí, juega Palermo pero en el baaanco… me mira para ver qué digo, pero yo me mantengo en el más absoluto silencio, no pienso entrar en esa tortura. Enseguida entra otro charlatán y los dos se auto complacen mientras hago mutis. Ellos siguen con la caña y la red, y la boquita dale que te pego.

He quedado con Beni en un bar y allí está. Sacamos los boletos para mañana y nos damos un largo paseo por la playa hasta que se pone a llover. Juegan al tejo, que tiene las mismas leyes que la petanca pero se juega con grandes fichas de madera. Cuando la lluvia apreta, nos sentamos en la terraza del porche de un bar y nos jalamos dos superpanchos con lluvia de papas fritas y una cerveza Quilmes de a litro. Las camareras adolescentes se interesan por mi cuaderno y quieren saber que he dibujado en mi estadía en su bar, pero sólo terminé una playa a medio hacer.

A las dos y media volvemos a casa. Compramos carne picada en el súper y unas lonchas de fiambre. El charcutero, muy joven, nos pregunta si en España se compra la carne tan a poquito aquí lo mínimo es un kilo. También está interesado por los precios de la carne allá. Cuando nos vamos nos dice que es la primera vez que sirve a un español como si fuera una proeza que contará a su novia.

Hago espaguetti con la carne picada, que es de ternera roja y está estupenda, y tomate. Y una ensalada de tomates con aceite de oliva. Después abrimos todas las ventanas para que entre el fresco y nos metemos dentro de la mosquitera a verlas venir y quedarnos fritos.

A la tarde Higuaín mete un chicharrito a Alemania pasándose al portero y cruzando el balón al palo contrario. Argentina feliz, Maradona feliz. Compro otros dos chuletones para la noche y una Brahma de litro. Se pone a llover. Nos metemos en el café El Atlántico mientras televisan otro partido, ahora de la liga argentina. No hago caso, sólo miro la calle a través del cristal y escribo la crónica. Se arruinó la playa. Mucho viento y lluvia. Un café con leche con medias lunas y una chocolatada pueden ser una buena solución. Después pasearemos por el centro, que hoy hay mucho movimiento.

2 comentarios:

  1. Me gustan mucho los dibujo de la playa y de los pescadores

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  2. Agradezco tu comentario, sin embargo el dibujo no es lo más importante para mí. En este caso me gusta mucho la composición de la primera doble página. Y el último dibujo porque recoge la atmósfera del sitio y el día, que es lo que quiero recordar. Un poco como tus nocturnos madrileños. Gracias Luis.

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