sábado, 30 de marzo de 2013

el juego de las caras




Dicen que este juego nació, dentro de la Semana Santa, recordando aquel juego de dados de los soldados romanos para repartirse la túnica de Cristo (Y repartieron entre sí sus vestidos, echando suertes - Lucas) y el juego de Judas con los 30 sestercios recién cobrados. En La Rioja y Castilla la Vieja le llaman juego de chapas. Por aquí era un juego típico del Viernes Santo en Calzada de Calatrava, del final de la procesión de la mañana hasta el inicio de la procesión del Entierro de Cristo, por la noche. Se hace en la plaza y en el casino.

El juego consiste en hacer un círculo en el suelo, alrededor del cual se apuesta dinero. Fuera del círculo se ponen los puntos o jugadores rasos, que ponen el dinero al otro lado del cículo. Dentro de él está la banca, que es la gente que se ha asociado para poder cubrir las apuestas, y el juez, que tira al aire dos monedas de bronce de la época de Alfonso XII. Cualquiera que tenga suficiente dinero puede ser banca.

Si las monedas tiradas enseñan las caras el dinero es de la banca, que recoge todo lo que hay en el suelo. Si salen cruces, lo recogen los puntos, ya duplicado por la banca. Si enseñan cara y cruz se vuelve a tirar. No hay trampa ni cartón, existen las mismas probabilidades de que ganen unos u otros.

Es un juego muy popular de origen antiguo que nunca desapareció, ni en los peores años del franquismo. Actualmente se juega en algunos pueblos del Campo de Calatrava. En Bolaños se hace dentro de los bares. Los dibujos están hechos en el bar Encuentros.

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