miércoles, 6 de marzo de 2013

de san ignacio a posadas


Me levanto temprano gracias al gallo. Me ducho y me siento en el jardín, en un trocito con mesa donde entra un rayo de sol. Esto es más grande de lo que pensaba, tiene otra cocina comunitaria para una habitación de literas, un porche con hamacas, barbacoa… y estamos nosotros y una pareja de
argentinos! Desayunamos y cogemos el rápido-camas a Posadas. Aserraderos en el camino y repoblación con pinos. Algún cartel de eco-madera, biocaradura. A las afueras de posadas un baile popular: El nuevo TERRE bailable, con la actuación estelar de los taquilleros del Chamame, los potros salvajes y Carlitos y la diferencia. Sábado 27.

Los buses urbanosdecorados con una gran flor en los laterales: flor amarilla sobre fondo verde, flor roja sobre fondo amarillo, flor lila sobre fondo blanco… quedan muy bien, han cogido la orquídea como símbolo de la ciudad de Posadas. Una ciudad mucho mejor de lo que nos dibujó el funcionario de
turismo de San Ignacio, para el que no merecía la pena ir. Nos sorprende por lo acogedora que es. Hace sol pero corre un aire fresco del Paraná. Las calles son anchas con anchas aceras en las que hay grandes árboles que dan mucha sombra. Hay casas muy bonitas, afrancesadas, modernistas y de nueva
factura, pero con gusto. Precioso el edificio del Banco Nacional Hipotecario, de lo simple que es, con sus lámparas art-nouveau y los tipos en relieve, el Hotel Savoy, comido por las plantas, la farmacia del pueblo, ahora pizzería, y muchos más edificios como colegios, cines, etc. Plazas grandes y verdes, con árboles muy crecidos: San Martín y 9 de Julio. El mercado paraguayo junto al puerto con las cosas que pasan por el puente internacional. Lo malo: que han desaparecido varios museos en pocos años (como el provincial de Bellas Artes y el de Ciencias Naturales, ahora una escuela de inglés) aunque aparecen en nuestra guía. Sólo vemos dos exposiciones de pintura y foto digital. Coches y camiones destartalados, sobre todo Ford Falcon y el R12, un mito. Comemos de maravilla: lengua a la vinagreta. Como aquí las cebollas, así como en Ecuador, Perú, Bolivia y Paraguay, son mucho más suaves y ricas,
hacen deliciosa la vinagreta. Es una comida fría muy recomendable. A las ocho y veinte cogemos el bus semicama nuevo flama para Gualeguaychú, última opción de atravesar el río Uruguay y entrar en
ese país.

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