Borges poetizaba afirmando que el único de sus libros que merecía salvarse era su libro de arena. Quizás el único cuaderno que merezca la pena es este cuaderno de arena. Con páginas efímeras de Elvira, Ana, Martín y yo. ¡Qué fácil es todo cuando tiene tan poca importancia, cuando hace sol y no hay nada mejor que hacer!
No hay comentarios:
Publicar un comentario