lunes, 11 de agosto de 2025

¡acabad con la verdad!





Esta es mi voluntad y mi mensaje final. Si estas palabras llegan a ti, debes saber que Israel ha logrado matarme y silenciar mi voz. Primero, que la paz sea contigo y que Alá te bendiga.

Alá sabe que di todo mi esfuerzo y todas mis fuerzas para ser un apoyo y una voz para mi pueblo, desde que abrí los ojos a la vida en los callejones y calles del campo de refugiados de Jabalia. Mi esperanza era que Alá prolongara mi vida para poder regresar con mi familia y seres queridos a nuestra ciudad natal, la ocupada Asqalan (Al-Majdal). Pero la voluntad de Alá fue primero, y su decreto es inapelable. He vivido el dolor en todos sus detalles, he experimentado el sufrimiento y la pérdida muchas veces, pero nunca dudé en transmitir la verdad tal como es, sin distorsión ni falsificación, para que Alá dé testimonio contra quienes guardaron silencio, quienes aceptaron nuestra muerte, quienes nos ahogaron la respiración y cuyos corazones permanecieron impasibles ante los restos dispersos de nuestros niños y mujeres, sin hacer nada para detener la masacre que nuestro pueblo ha sufrido durante más de un año y medio.

Te confío Palestina, la joya de la corona del mundo musulmán, el corazón de cada persona libre de este mundo. Te confío a su pueblo, a sus hijos agraviados e inocentes que nunca tuvieron tiempo de soñar ni de vivir en seguridad y paz. Sus cuerpos puros fueron aplastados bajo miles de toneladas de bombas y misiles israelíes, destrozados y esparcidos por los muros.

Les insto a no dejar que las cadenas los silencien ni que las fronteras los limiten. Sean puentes hacia la liberación de la tierra y su gente, hasta que el sol de la dignidad y la libertad se levante sobre nuestra patria arrebatada. Les encomiendo el cuidado de mi familia. Les encomiendo a mi querida hija Sham, la luz de mis ojos, a quien nunca tuve la oportunidad de ver crecer como soñé.

Te confío a mi querida madre, cuyas benditas oraciones me trajeron hasta donde estoy, cuyas súplicas fueron mi fortaleza y cuya luz guió mi camino. Ruego que Alá le conceda fuerza y la recompense en mi nombre con la mejor de las recompensas. 

También te confío a mi compañera de toda la vida, mi amada esposa, Umm Salah (Bayan), de quien la guerra me separó durante largos días y meses. Sin embargo, se mantuvo fiel a nuestro vínculo, firme como el tronco de un olivo que no se doblega, paciente, confiando en Alá y asumiendo la responsabilidad en mi ausencia con toda su fuerza y fe. 

Te insto a que los apoyes, a que seas su apoyo después de Alá Todopoderoso. Si muero, moriré firme en mis principios. Testifico ante Alá que estoy contento con Su decreto, seguro de encontrarme con Él y convencido de que lo que está con Alá es mejor y eterno. Oh Alá, acéptame entre los mártires, perdona mis pecados pasados y futuros, y haz que mi sangre sea una luz que ilumine el camino de la libertad para mi pueblo y mi familia. Perdóname si he fallado y ruega por mí con misericordia, pues cumplí mi promesa y nunca la traicioné. 

No os olvidéis de Gaza… Y no os olvidéis de mí en vuestras sinceras oraciones de perdón y aceptación. 

Anas Jamal Al-Sharif 
06.04.2025

Testamento del periodista de  Anas Jamal Al-Sharif, asesinado ayer, junto a Mohammed Qreiqea, dos camarógrafos y su conductor, el equipo completo de AlJazeera en la ciudad de Gaza, por el ejército israelí  en un ataque selectivo contra su carpa, situada junto al hospital Al-Shifa. 
Anas Al-Sharif era el héroe de todos, pues nunca dejó de cubrir el genocidio de su pueblo. Tenía 28 años, era conocido como “la voz de Gaza”. Recientemente denunció con dureza ante las cámaras la hambruna que sufre la población y era una fuente clave de información para el mundo.
El recuento del Gobierno gazatí de informadores muertos a causa de la ofensiva israelí asciende a 237, en una lista que incluye a periodistas y otros creadores de contenido en redes sociales.

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