En los años 60, cuando un agricultor levantó con un arado una gran losa, bajo la cual salieron huesos, se llevó a cabo una excavación rápida y no demasiado exhaustiva, datándose lo que se pudo y volviendo a tapar. El ayuntamiento de Villamayor decidió apostar ahora por rescatar este hallazgo aportando una partida presupuestaria para contratar un equipo de arqueólogos y un georradar para detectar las tumbas bajo la superficie y así poder documentar mejor el hallazgo. Se trata de cuatro sepulturas datables en época visigoda, podríamos decir entre los siglos VI y VII d.C., en el paraje llamado de Las Viñuelas, en el término municipal de Villamayor de Calatrava, (Ciudad Real). El hecho de haberse sido señaladas hasta doce tumbas muy próximas corrobora la teoría de que este paraje podría albergar un asentamiento rural de época visigoda como una granja con un cementerio propio, un cementerio comunal de varias aldeas o granjas o un cementerio asociado a una villa o a un núcleo de población. Todas ellas están orientadas en la dirección Este-Oeste, con la cabeza del finado hacia el Oeste, cosa normal en los cementerios visigodos. Los esqueletos en posición de decúbito supino. Rodeadas de de losas verticales (excepto una cuarta que estaba solamente escavada en la tierra), tapadas con grandes losas sobre suelo de tierra, sin caja e inundadas de tierra cernida (bien hecho intencionadamente, o por haberse colado entre las losas en el tiempo).
En una de las tres tumbas abiertas apareció la jarrita cerámica con dos asas que aparece en ambas fotos, de una bella factura. En una de las dos tumbas encontradas en el 68, también apareció una jarra de un solo asa, en el ángulo superior derecho de la tumba, con algunos elementos germánicos tardíos (reproducida en el dibujo de la izquierda en el informe del hallazgo de 1968 de Eduardo Rodríguez Espinosa).
El interés de los arqueólogos es poder excavar el año que viene un perímetro mayor para poder localizar más sepulturas que, con toda probabilidad habrá, así como localizar al menos los cimientos de algún muro que revele un posible núcleo habitado del que éste sería su cementerio.
Es de agradecer la visita guiada que la dirección arqueológica ha organizado esta tarde como jornada de puertas abiertas y, sobre todo, el entusiasmo de los vecinos de Villamayor.
El interés de los arqueólogos es poder excavar el año que viene un perímetro mayor para poder localizar más sepulturas que, con toda probabilidad habrá, así como localizar al menos los cimientos de algún muro que revele un posible núcleo habitado del que éste sería su cementerio.
Es de agradecer la visita guiada que la dirección arqueológica ha organizado esta tarde como jornada de puertas abiertas y, sobre todo, el entusiasmo de los vecinos de Villamayor.
Muy bonita la jarrita de dos asas.
ResponderEliminarAbrazos