Estos impresionantes mosaicos del siglo V han aparecido en los yacimientos del antiguo asentamiento judío de Huqoq, una aldea rural cercana al mar de Galilea, en el norte de Israel; excavaciones dirigidas por Jodi Magness, de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, y con el apoyo de la National Geographic Society. Lo que fueran los suelos estelados de una antigua sinagoga tienen tal detalle que pueden distinguirse 12 especies de peces, además de un delfín y un pulpo, en la famosa escena de Jonás siendo comido por la ballena, o los distintos vestuarios o colores de piel de los constructores de la Torre de Babel.
En la primera foto vemos un medallón en la zona superior muestra a Helios, el dios grecorromano del Sol, en una cuadriga y, alrededor, los 12 signos del zodiaco. En la zona media, la historia bíblica de Jonás tragado por una ballena. Y en la zona inferior, la construcción de la Torre de Babel. Curiosamente, de Jonás solo aparecen sus piernas colgando de la boca del gran pez, que a su vez está siendo tragado por otro pez más grande y, este último, por otro aún más grande. En el panel inferior aparecen las técnicas constructivas romanas: extracción en las canteras, la carpintería y el levantamiento de piedras con un complicado artilugio de polea.
En la cuarta foto vemos representado el arca de Noé en el panel superior, rodeada de pares de animales como elefantes, leopardos, burros, serpientes, osos, leones, avestruces, camellos, ovejas y cabras. Y, en el panel del mar Rojo, aparecen los soldados del faraón y unos peces grandes que se los intentan tragar, además de carros de guerra volcados con sus respectivos caballos y sus aurigas.
Es destacable también las figuras no bíblicas como amorcillos alados, máscaras de teatro y una escena enigmática que representa el encuentro entre dos hombres, uno de los cuales sería Alejandro Magno, acompañado por sus elefantes y soldados. Esta es la primera escena no bíblica jamás descubierta en una sinagoga.
Los primeros mosaicos se descubrieron en 2012. En ellos apareció la representación de la historia de Sansón y los zorros: el héroe bíblico, comparable a Heracles o Hércules por su fuerza y hazañas, cazó 300 zorros, los ató por el rabo de dos en dos y prendió los rabos, de forma que los animales echaron a correr, quemando y arrasando los cultivos de los filisteos.
Las fotos son de Oded Balilty y Mark Thiessen, de National Geographic
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