lunes, 15 de octubre de 2018

los clientes y amigos de occidente

América puede también dejar claro a la familia real saudí que debería buscarse otro príncipe heredero. Un príncipe loco que asesina a un periodista, secuestra a un primer ministro (por el libanés Hariri) y mata de hambre a millones de niños (en Yemen) no debería ser homenajeado en cenas de Estado, sino acabar en la celda de una prisión. -Nicholas Kristof en The New York Times

No hay comentarios:

Publicar un comentario