En 1933, el fotógrafo húngaro Andor Kertész (1894-1985), que había colaborado con la bohemia surrealista de París, recibe el encargo de realizar una serie extraordinaria: 200 fotografías de modelos desnudos frente a dos espejos deformantes de circo. Ya en 1917 había distorsionado el cuerpo en
Los nadadores bajo el agua, e inventado perspectivas irreales. En esta serie, la imagen de los modelos, Najinskaya Verackhatz, Nadia Kasine o su mujer Elisabeth Sali, aparecía a veces tan distorsionada que solo algunas extremidades o facciones eran visibles en la fotografía. Varias fotos de esta serie aparecieron en el número del 2 de marzo de la revista
Le Sourire y todas en el libro
Distorsiones, un año más tarde.
Cada vez que André Kertész oprime el obturador, siento el latido de su corazón. -Henri-Cartier Bresson
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