Estas tres películas son gratificantes de diferentes maneras: "La clase dominante", que se disfruta en el asiento del mismo modo que la lectura de las descripciones violentas en una novela de William Burrough; "El especialista", es divertida, alucinante; y "Mi año favorito", que tirará de su corazón hacia las direcciones correctas. Hasta ahora hemos tenido tres décadas más de la alienación capitalista y de la conformidad por avaricia en nuestro haber desde que se hicieron estas películas y, huelga decirlo, ninguna película hecha hoy es tan difícil y discordante como "La clase dominante" , tan salvaje, libre e inclasificable como "El especialista" o como moneda de curso inocente y genuina como "Mi año favorito". No importa cuántos efectos especiales o los avances tecnológicos haya (los espíritus que hacen que las películas de hoy en día no son libres, su participación principal está en la comodidad con el capitalismo, no hacer arte significativo). El capitalismo, que no puede morir lo suficientemente rápido, y sus "creadores" y "sus productos" (Cero Treinta Oscuro, The Fifth Estate, Argo, etc) están tan envenenados y tan corruptos como sus políticos.
Y a Peter O'Toole: Gracias por la locura, las manías y las depresiones, gracias por el ingenio y pasar por encima, gracias por hacer "La clase dirigente" de forma gratuita, ya que creía en ella tanto. Gracias por decir al director Richard Rush de "El especialista": "Yo soy un hombre inteligente. Leí el guión y si no me das mi parte, te mataré". Gracias por la adición a la riqueza de la vida y ser tan personal, épico, incluyendo la posibilidad de llamar y recitar de memoria todos los 154 sonetos de Shakespeare. Gracias por tus películas, trabajos en el teatro e incluso apariciones en la televisión. Gracias por la falta de equilibrio, para vivir uno de los proverbios del poeta William Blake del infierno: "El camino del exceso conduce al palacio de la sabiduría".
Randy Escudos
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