Los homenajes a Mandela están llegando sobre todo desde el mundo occidental, por lo que es fácil olvidar lo que pensaba de él incluso hace treinta años. Él fue el primer comandante en jefe de la rama militar del ANC, etiquetado como terrorista, y su Congreso Nacional Africano como ilegal. La administración Reagan insistió en la promoción de jefe zulú Buthelezi como un socio para la paz. Esa estratagema fracasó y el ANC emergió como el principal líder del pueblo.
Cuando el ANC tenía poco apoyo material, y menos aún de Occidente, el hombre que estaba junto a ellos fue Muammar Gaddafi de Libia - un hombre aunque claramente no sin defectos, pero que llevó a su país a la parte superior del Índice de Desarrollo Humano en África. Ahora es un país destrozado, dividido en tres, su infraestructura destruida incluyendo un proyecto de agua costoso y elaborado que condujo a la transformación ecológica de Trípoli. Nelson Mandela aborrecía el ataque a Libia y el asesinato brutal y salvaje de Gadafi, el hombre que apoyó la ANC en su momento de necesidad.
Y luego está Ahmed Kathrada, un musulmán y uno de los ocho dirigentes del ANC, entre ellos Nelson Mandela, condenado a Robben Island por su papel en la conducción de la resistencia armada. Hoy habría sido un terrorista islámico perseguido por el zumbido de los drones.
También se olvidan de mencionar la contribución de Cuba en el debilitamiento de las fuerzas sudafricanas en Angola, contra los rebeldes del UNITA, desarrollados por Kissinger, y Namibia, al sur, donde estaban comprometidos con el ala militar del ANC.
La retórica empleada contra el ANC no era muy diferente a la utilizada en contra de la OLP y Hamás. Uno no puede también dejar de olvidar cómo el ANC se mantuvo en la lista de terroristas de EE.UU. hasta el final hasta julio de 2008, cuando George W. Bush los redimió mucho después de que Mandela fuera presidente (1994-1999). Por fin los líderes del ANC podrían viajar a los EE.UU. sin una dispensa especial. Arshad M. Khan
As voltas que o Imperialismo dá...
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