Cenamos entre palabras. Otra vez seguil y chafe, y urgunera y la piocha mientras Jasu fotos. Y luego nos tronchamos con tijuana y chatos. Y el humo vuelve a los bares. En la buhardilla palabras gordas de tinta china rodean a Javi, Abastos, Carmen, Juli
el piña paseando el vaso. Y también los albahaca calvorota y greñas mejor pelazo. Frío que llega hasta los huesos y tiritan las palabras sin lastre arrechantes que nos quedan entre el chaflán y el sobre. Felizmente certificados.
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