Así llaman aquí a uno de esos pequeños valles que forman las colinas de los alrededores de Mestanza. Al suroeste, colindante a Charcobotija. Bajamos por el camino del peazo de Chambra. Tranqui, mi perro, es feliz viendo como sus carreras producen un movimiento de las ovejas.Corre de un sitio a otro asombrado de lo que es capaz de producir. Pasa las vallas por debajo y luego persigue patos, ranas y galápagos. El arroyo ahora corre bien, con trozos profundos donde Tranqui se da algún chapuzón. Es en éstos donde en verano queda algún charco donde sobreviven ranas y galápagos. Damos la vuelta en un pozo que parece de una antigua mina, cuadrado, grande, de la que no tengo noticia.
Felicidades por todos tus paisajes, se disfrutan.
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