Merece la pena entrar en el mundo cotidiano de Ana Cano Brookbank, lleno de jarrones irregulares, pintado sobre pintado, como las maderas de esas viejas casas donde todo es heredado. A veces, entre la calma de los colores suaves y alegres, el corazón pinta con fuerza y rabia. Y es eso lo que más me gusta. Esa forma nerviosa de construir, de seguir adelante, de avanzar capa sobre capa, de desconchar y arañar, como un niño disfrutando obsesivamente sin ningún miedo, como un juego divertido que acabará a la hora de la cena.
Paisajes cotidianos. Pinturas de Ana Cano Brookbank. Sala 1 del Centro Cultural Villa de Móstoles. Hoy es el último día de la muestra.
muy bueno!!!!
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