No fueron meros aprovechamientos de aguas subterráneas. Sus intrincadas arquitecturas, sus corredores largos, estrechos y sinuosos o las tumbas del lugar -bien empotradas en muros, bien en pithoi (contenedores cerámicos) o bien bajo pequeños túmulos- y los depósitos encontrados en ellas, sugieren que su función social iba más allá de la mera captación hidráulica.
Plano de localización de Rebeca Lenguazco |
La influencia de los cambios climáticos (mayor aridez) en la modificación de las estrategias subsistenciales de las primeras sociedades complejas de La Mancha, durante la transición entre el Tercer y el Segundo milenios a.C., entre el Calcolítico y la Edad del Bronce, pudieron dar lugar a la necesidad de desarrollar sistemas novedosos de abastecimiento hídrico. Hasta el momento actual, la información disponible sobre la dinámica socio-ecológica y paleohidrogeológica en La Mancha durante el Holoceno resultaba insuficiente para dar respuesta a los procesos de cambio y transformación social de las primeras sociedades complejas en este territorio. Además, las escasas dataciones radiocarbónicas han dificultado el esclarecimiento de la dinámica antrópica y de las bases paleoeconómicas durante el mencionado periodo histórico.
La motilla de Los Palacios se encuentra en la zona central de la Submeseta Sur, en el municipio de Almagro. Se enclava en plena llanura manchega, en una zona surcada por lomas de escasa altura y suave pendiente, que se eleva 640 mts. s.n.m. Este terreno, desde la Edad del Bronce, ha sufrido grandes transformaciones por la sucesiva desecación de lagunas y turberas, debido, sobre todo a los trabajos agrícolas. En lo que a cursos fluviales se refiere, los más cercarlos a este yacimiento son, el río Azuer, afluente del Guadiana, a 10 km. al Norte, y el arroyo Pellejo distante unos 8 km. al Sur. Está declarada bien de interés cultural dentro de la categoría de zona arqueológica (Decreto de 28/4/1992). Fue objeto de excavación arqueológica dirigida por los profesores Nájera y Molina (Universidad de Granada) durante una sola campaña, en 1974. Esta motilla, asentada sobre un antiguo terreno pantanoso, tiene una altura aproximada de 11 metros y un diámetro cercano a los 70 metros. Se trata de una de las motillas más grandes. Tras su excavación se han encontrado sucesivos niveles de ocupación que comienzan en la Edad del Bronce (en su etapa más antigua), con formas de habitación de cabaña de planta cuadrada o rectangular, continúan en la Edad del Hierro (época íbero-romana) con restos de zócalos de piedra sobre los que se asientan paredes de adobe y numerosos restos cerámicos y llega hasta la Edad Media. El yacimiento se encuentra dañado debido a la extracción de materiales destinados a la construcción de la carretera Daimiel- Bolaños, que discurre frente a ella.
Luis Benítez de Lugo Enrich, de la Universidad Autónoma de Madrid, en Los principales yacimientos de la prehistoria reciente en La Mancha, quinto capítulo de Arqueología, Hidrogeología y MedioAmbiente en la Edad del Bronce de La Mancha: La Cultura de las Motillas. Instituto Geológico y Minero de España, 2015.
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