miércoles, 11 de octubre de 2017

el dibujo salvador






En Beyköy, unos 34 kilómetros al norte de Afyonkarahisar, en la actual Turquía, unos campesinos locales sacaron de la tierra unas piedras calizas raras, con unas inscripciones en relieve de treinta y cinco centímetros de alto y veintinueve metros de longitud. Afortunadamente, el arqueólo francés Georges Perrot dibujó todas esas inscripciones cuidadosamente antes de que los aldeanos usasen aleatoriamente esas piedras en la construcción de una mezquita.

Tales inscripciones resultaron ser el escrito jeroglífico más largo que se conoce de la Edad de Bronce, realizado por los luvitas, cuya cultura floreció en Asia Menor occidental durante esta época, y que fueron tan importantes como los hititias, y que describe los acontecimientos que ocurrieron a finales de la Edad del Bronce en el Mediterráneo oriental. Fue encargada por Kupanta-Kurunta, conocido como el Gran Rey de Mira, un reino de Anatolia occidental a finales de la Edad del Bronce. Cuando Kupanta-Kurunta reforzó su reino, justo antes del 1190 a.C., ordenó a sus ejércitos que avanzaran hacia el este para enfrentarse a los estados vasallos de los hititas. Tras unas exitosas conquistas por tierra, las fuerzas unidas de Asia Menor occidental también formaron una flota e invadieron varias ciudades costeras (cuyos nombres aparecen en la inscripción) en el sur y en el sureste de Asia Menor, pero también en Siria y en Palestina. Cuatro grandes príncipes comandaron las fuerzas navales, entre ellos Muskus de la Tróade, la región de la antigua Troya. Los luvitas de Asia Menor occidental avanzaron hasta las fronteras de Egipto e incluso construyeron una fortaleza en Ascalón, en el sur de Palestina. Los luvitas contribuyeron decisivamente en las invasiones de los Pueblos del Mar y, por tanto, en el fin de la Edad del Bronce en el Mediterráneo oriental.

La inscripción jeroglífica, que está escrita en el antiguo idioma luvita, que en la antigüedad se habló en el oeste de la península deAnatolia, finalmente ha sido traducida, tras varios intentos fallidos, por el geoarqueólogo suizo Eberhard Zangger, el presidente de la fundación Luwian Studies, y por el lingüista neerlandés Fred Woudhuizen, un experto en este idioma y en su escritura. Jamás se podría haber hecho sin el dibujo de Perrot, pues las piedras originales se destruyeron en el siglo XiX.



Hemos mostrado aquí a muchos artistas o aficionados que han ayudado a preservar un mundo que se pierde. Creo que existe un afán salvador en todos nosotros, la gente común, y con más razón en todo ese gran colectivo de cuadernistas dibujantes que ahora pueblan las redes. Cuando dibujo todos esos bares que visito o frecuento pienso que un día no existirán, como un animal en extinción. A veces, es solo un intento inconsciente por retener unas caras o un momento, más o menos feliz, que seguramente no vuelvan.

National Geographic España
Terrae Antiqvae


Falsificaciones: James Mellaart, que murió en 2012, habría creado algunos de los murales "antiguos" de Çatalhöyük que supuestamente descubrió; también falsificó documentos que registraban inscripciones halladas en Beyköy, una aldea en Turquía, dijo el geoarqueólogo Eberhard Zangger, presidente de la Luwian Studies Foundation a Live Science. Zangger examinó el apartamento de Mellaart en Londres entre el 24 y el 27 de febrero pasado, encontrando "prototipos", como los llama Zangger, de los murales e inscripciones que Mellaart había afirmado que eran reales. "Mellaart fabricaba dibujos de artefactos y realizaba traducciones de presuntos documentos para reforzar sus teorías", nos dice Zangger. Mellaart afirmó que él no podía leer ni escribir la lengua Luwian, pero que estaba planeando describir su hallazgo en una publicación científica. Los documentos encontrados en el apartamento del mismo muestran que, lejos de ser incapaz de leer la lengua Luwian, Mellaart era muy hábil en este idioma antiguo, afirma Zangger.

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