lunes, 16 de octubre de 2017

el cuaderno de bocetos de auschwitz






En 1947, Jozef Odi, exprisionero y por entonces guardia del recién inaugurado Museo Memorial de Birkenau, encontró algo extraño en los cimientos de un barracón de la sección BIIF, junto a las cámaras de gas y los crematorios IV y V de lo que había sido el campo de concentración de Auschwitz. Era una botella. Dentro de la botella había 22 hojas tamaño cuartilla con dibujos que retrataban el horror: la llegada de la gente deportada, el muelle judío, la separación de las familias, los trabajos forzados, los maltratos físicos, el traslado hasta las cámaras de gas, las ejecuciones.

Del autor de los dibujos se sabe muy poco. Apenas que firmó sus obras como “MM”, que las habría realizado en 1943 y que habría pertenecido a varios grupos de trabajo, como los que ordenaban la llegada de los nuevos prisioneros y los del hospital del campo. Y que se puso a un enorme riesgo al realizar estos dibujos, ya que si los nazis los hubiesen descubierto le habrían significado una muerte inmediata. El último quedó sin terminar. Quizá fue trasladado a otro campo y, como no podía llevarse sus obras con él, las escondió allí. Quizá murió y otra persona ocultó los dibujos.

Este cuaderno es uno de los documentos más importantes del Holocausto. En 2014, el Museo Estatal de Auschwitz-Birkenau lo publicó bajo el título de El cuaderno de bocetos de Auschwitz. Se puede conseguir en castellano. Actualmente pueden verse los originales en la exposición El arte en Auschwitz, que recoge algunas de las dos mil obras que los presos realizaron en el campo nazi, ya sea clandestinamente o por orden y encargo de los guardianes. Esta exposición celebra el setenta aniversario de la conversión del campo de exterminio en museo y estará abierta hasta el diecinueve de noviembre.

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