sábado, 6 de diciembre de 2025

billetes falsos

Saco la mano del bolsillo para pagar en la barra del bar y se me cae un fajo de billetes verdes y alguno que otro azul de quinientos euros, esparcidos por el suelo. Los recojo con prisas y me los vuelvo a meter mal doblados y desordenados, ante el asombro de los parroquianos. Aunque su tacto es bueno, yo diría que placentero, sé que son falsos. Se imprimieron el otro día, cuando Federico trajo ese papel tan bueno, casi perfecto. Solo hay que manosearlos para que cuelen. Con los verdes no hay problema, nadie va a comprobar. Con los más altos no me atrevo.
Tampoco sé si coinciden los colores con los auténticos.
Iris aparece como un Pepito Grillo con sus miradas inquisitorias. Sigo su línea vertical tatuada en el cuello hasta sus labios moverse. Esto está mal, me dicen.

No hay comentarios:

Publicar un comentario