miércoles, 18 de septiembre de 2013

un despiste caro y vuelta a madrid






Los argentinos están sumamente preocupados por el cambio climático, supongo que por el fenómeno de El Niño, pero no se ve ni un solo contenedor de reciclado. Y uno lo entiende por la noche, cuando grupos organizados de pobres empiezan a abrir bolsas y a clasificar todo en otras bolsas y cubos que ellos traen. En un lado todos los envases de metal, en otro el vidrio, en otro la comida que aún puede comerse. La basura se echa en cestas.

Compruebo el dicho de que en el Hemisferio Sur los remolinos del agua del lavabo van en el sentido contrario que en el Hemisferio Norte, como los huracanes. Parece mentira que en un recipiente tan pequeño pueda producirse el Efecto Coriolis. Lo cierto es que gira en el sentido de las manecillas del reloj. Aunque me dicen que en realidad depende de la inclinación del lavabo y que solo es una casualidad.

Vamos al Jardín Japonés, que está bien aunque no es muy grande y no se consigue la paz esperada pues se oye el rugido del tráfico. El estanque con carpas, símbolos del esfuerzo, la perseverancia y la valentía. A la vuelta me dejo la cartera en el taxi, siempre en el relax del último día, y anulo la tarjeta. El taxista tenía el pelo rizado largo, bigote caído y una marca de quemado en la cara. La palanca de cambio estaba rota y él tenía pinta de pelao. Supongo que los 230 euros le vendrán de maravilla, que los disfrute.

Comemos entre gente muy decadente en el Café de la Paix, Beni paga con tarjeta y compra unos alfajores. Nos volvemos locos para sacar dinero para las tasas. Denuncio que alguien tiene mi carnet de identidad por si alguien lo usa, pero a la policía le parece una gilipollez. Hacia el aeropuerto, el taxista nos cuenta historias de los piqueteros, secuestros y tirones, y que Buenos Aires es la Anarquía. Los papeleos van rápidos y a las once estamos comiendo unos bocatas de jamón. La gente pez que viene de la Patagonia le ha comprado unos collares de semillas a un chamán. Hay niebla. Gente que viene morena de no sabemos dónde. En el avión dibujo a los viajeros pues es ahora cuando he cogido el hábito debido, al final. Dormimos sobre el agua del Atlántico, llegamos por la costa marroquí al estrecho y enseguida a Madrid.

Gastos totales, sin la pérdida: 64,51 euros. Gastos Acmds: 912,95 euros. Media diaria: 57,59 euros. Dos personas.

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