Los cuadernistas peregrinos piensan que no se puede hacer el camino con un cuaderno de viaje, que el cansancio te puede y no hay tiempo real para dedicarse, ¡encima!, a estar rellenando un cuaderno. Yo creo que es posible si no consideras el cuaderno un esfuerzo, sino un descanso, y no ves en ello ninguna responsabilidad.
Me voy a atrever a recomendar, aunque vaya contra mis principios, a aquellos que quisieran aunar camino y cuaderno:
1. Lo importante es el viaje. Antepón el camino al cuaderno. Verás que no son incompatibles.
2. Haz tu propio camino, no el de los demás. Sigue tu ritmo. Si vas en grupo no te dejes embaucar. Para y disfruta de lo que te parece más interesante. Descansa ante lo que te parece que merece dibujarse.
3. Lo perfecto es enemigo de lo bueno. Ama las manchas y las arrugas. Despreocúpate del qué dirán, el cuaderno es algo muy personal. Luego enseñarás sólo lo que quieras. Disfruta haciéndolo y olvida todo lo demás. Y si tienes algo presente, que sea el pasar de las páginas llenas de colores y palabras.
4. No te entretengas demasiado en el dibujo. Aprenderás a ser rápido y ver lo esencial, sin florituras. Piensa que cada pequeño dibujinchi es una marca, la llave de un recuerdo. Usa un cuaderno de bolsillo que puedas sacar con facilidad en cualquier momento.
5. Aprovecha los descansos en la marcha y los finales de etapa. Si disfrutas con el cuaderno, el descanso será más placentero.
6. Dibuja a tus compañeros ocasionales, pregunta y escribe sobre ellos. Detrás de cada persona hay un abismo. El cuaderno puede ser un puente. Aprovecha que ellos piensan que tienes un don.
7. Adelanta las rutinas del cuaderno, para dedicar tu tiempo sólo a lo esencial. Prepara el cuaderno antes de empezar el camino. Yo lo hago así:
Entra, en Internet, a la página del Camino de Santiago de Consumer. Suele estar bien fraccionado en etapas. Soluciona la logística (este tema me lo da solucionado un compañero de camino), compra los billetes de tren con tiempo en Internet, sale más barato.
Dibuja las etapas en tu cuaderno. Sigue ese camino en Google Maps, verás las zonas arboladas, carreteras, playas... complementa el mapa que has hecho de cada etapa. No te importen los huecos de la página, luego los rellenarás con los dibujos que hagas en el camino. Apunta los comentarios importantes que hayas conseguido.
Deja páginas en blanco para los finales de etapa. En la población donde duermas y descanses, puedes escribir sobre tu experiencia y dibujar lo que allí encuentres interesante
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Después de todo ésto, tendrás el cuaderno tan encaminado que todo te resultará más fácil.
Los dibujos de arriba son los de dos etapas, antes de iniciar el camino.
Buenos consejos y buena guía. ¡Buen viaje!
ResponderEliminarJusto lo que me hacia falta para ponerme las pilas ahora que voy a hacer el portugués. ¡Gracias!
ResponderEliminar¡Ánimo! Ya verás que este año sólo será el primero de muchos más.
EliminarTomo buena nota de todo, para mi próxima etapa. ¡Buen Camino!
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