domingo, 2 de octubre de 2011

vivir soñando



Como un milano atravieso los días.
Hoy voy al camino de la Mina Asdrúbal para buscar un pozo, una escombrera o restos de la línea ferroviaria de 1886. Me encuentro, en la iglesia, un grupo de mujeres de negro en fila india. Me acerco despacio y me dicen que no puedo aparcar ahí porque entro en campo. Están rodando. Me pongo a dibujar bajo un árbol. Ruedan una escena en que un grupo de viudas de mineros rodean a unos mercenarios armados, los desarman y golpean con saña gritando ¡Vivir soñando! En un descanso, pregunto a una de las viudas de qué se trata. Es un corto que se podrá ver en la fiesta del Voto, en el auditorio de Puertollano.
Dibujo la escombrera y la central térmica al fondo. Mercedes se acerca para ver quien soy, se teme que sea uno de esos ingenieros ofuscados en tirar todas las casas de los mineros. Le mola que esta actividad genere un flujo de personas y me invita a comer y hablar un rato. Me presenta a Javier, con pinta de enclenque despistado, director, y a Paco, guionista y codirector, musculoso y con muchas tablas. Parece que ellos han decorado la iglesia, pues la lámpara es una de esas arañas de bronce que se veían en las casas a finales de los sesenta. Paco me cuenta el argumento y me enseña las fotos que han usado de documentación. Parece que matan a un joven minero y las madres se vengan matando, rabiosas, a los mercenarios. Es algo que no pasó pero que soñaron hacer en sus noches de rabia, por eso gritan vivir soñando y en los créditos pondrá basado en sueños reales. Paco me presenta a su padre, que es uno de esos mineros de las fotos (junto a su hermano).
Como con ellos. Es un grupo distendido y agradable. Maria Teresa es la cocinera y otra de las viudas. Me ofrece pisto con calabacín y guacamole. Me cuenta la historia del Voto: una epidemia arrasó Puertollano, los supervivientes se comieron las tres vacas que quedaron, ahora matan una vaca y hacen una comida a finales de Mayo al que está invitado todo el que se acerque. Ella ha perdido la voz después de su separación. Su marido no la dejaba hablar, ninguneándola (como si su opinión no valiese para nada); al separarme no paraba de hablar, con el psicólogo, con las amigas,...y perdí la voz. Mantiene cierta belleza y sensualidad.
Josy también va de luto con su vestido y gafas negros, despide alegría. Dani hace de minero muerto, no se encuentra bien, pronto se retira a la sombra de un árbol, me pregunta por el fin de mis dibujos. Ana, Fernando, Sandra y Antonio son del equipo de rodaje. Fernando es el cámara, Antonio controla el sonido, Ana y Sandra se ocupan de la luz, atrezzo, colocación, continuidad, etc. Miguel Ángel, de nariz aguileña y porte tímido, busca novia. Mercedes distribuye, organiza. Paco da ánimos. Javier me cuenta que tienen apoyo del Ayuntamiento. Ángel es un niño que quiere entrar en el dibujo, les ayuda con el micro. Tiene algo especial: es un niño sin cosquillas.
Bebemos café y se van a rodar una piedad y el grito. Dani se concentra, se preocupa. Los demás quitan hierro. Intercambiamos emails y nos despedimos. Les digo que aparecerán los dibujos en mi blog. Ellos han hecho fotos. Les deseo que todo les vaya bien. Y ese deseo es un hecho real. De estas fatigas a pleno sol y sin medios es deseable que obtengan buenos frutos, como los hortelanos. Nunca como los mineros.

3 comentarios:

  1. Hermosa narrativa, imágenes e historia, que bien podría ser otro guión para otro rodaje. Tus páginas siempre cargadas de encanto, de duende, de chicha...

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  2. Siempre animando, Clara. Te contrataría para la producción.

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  3. Mal negocio... no tengo dotes comerciales.

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