miércoles, 1 de diciembre de 2021

dibujos en la cerámica ibérica


Las investigaciones de los dibujos sobre cerámica resaltan su tendencia a la simbolización. Por ejemplo, en la imagen de la naturaleza vegetal que, salvo en contadas ocasiones, no describe las plantas de un modo realista sino a través de signos. No se reproducen las especies botánicas sino que se construyen fitomorfos a partir de una selección de elementos que contienen un alto significado. La naturaleza vegetal representada no es una realidad sino un concepto con fuertes connotaciones sacras que se muestra al espectador mediante símbolos. Estas observaciones se pueden aplicar, en parte, a la fauna y antropomorfos, ya que no se dibujan seres concretos sino iconos, cargados de alusiones, que expresan ideas y conceptos, y crean contextos narrativos religiosos, míticos, y sobre cualidades de comportamiento y arquetipos sociales. Su simbolismo se acrecienta además porque hay una concepción sintética de la narración para que los mensajes resulten fácilmente reconocibles, y porque las composiciones cargan los fondos con una multiplicidad de signos.

La ibérica es una sociedad en transición a formas estatales y urbanas. Sin embargo, a pesar de los avances de la última década, mantenemos el linaje como el gran protagonista, mientras género y edad quedan atrás como objeto de análisis. Edad, género y linaje son pilares esenciales de esos sistemas sociales, porque organizan las reglas del parentesco. En especial en las sociedades prehistóricas tribales, cuya estructura se asienta precisamente sobre ellas.

Los animales pueden ser domésticos, no domésticos, inciertos y fantásticos. Se consideran sus asociaciones con el hombre, la mujer, la diosa y con el Despotes hippon, siempre que las figuras estén en contacto o que su proximidad muestre un vínculo narrativo directo (p.e. un jinete a pie junto a su caballo). Aparte están aquellas especies que se representan por su dimorfismo sexual, un detalle discriminante. Las figuras de animales actúan como unidades de significado poliédricas de contenidos polivalentes, que en unas ocasiones pueden resultar aparentemente contradictorias y en otras se mueven en una medida ambigüedad. 

Nunca se puede identificar la especie de ave representada, podría ser una paloma, pero también podría no serlo. Se relacionan con el mundo femenino, vinculadas a las diosas. alude a la presencia protectora y benéfica de la diosa principal, y acompaña a los varones en rituales, danzas o combates, como en la urna de ‘los guerreros’ de Alcoy. En estas ocasiones habría que identificar las aves como las mediadoras entre lo divino y lo humano, e incluso con la propia diosa protectora metamorfoseada. en las contadas ocasiones en las que el pintor diseña con claridad una especie u orden reconocible, se asocian preferentemente a hombres. Son los casos de los gallos, rapaces y aves nocturnas.

El uso del lobo es más complejo.  Es un animal salvaje y peligroso, pero al mismo tiempo posee cualidades positivas al encarnar la fuerza y la fiereza, proteger al héroe e identificarse con los valores inherentes al guerrero. Y posee una personalidad fantástica cuando adquiere el tamaño de un ser humano o cuando aparece alado, en tal caso lollamamos carnassier.

El caballo siempre está junto al hombre. Cuando una mujer está cerca, hay un nexo indirecto. De hecho debemos considerarlo uno de los animales masculinos por excelencia, aunque existen dos casos de relación directa del équido con féminas. Otro ejemplo de asociación al hombre es el de los cérvidos, pintados preferentemente en temas de caza. Conejos o liebres, peces y serpientes se sitúan en la órbita de la divinidad femenina. Al igual que aves y lobos, los hallamos junto a varones en diferentes circunstancias.

Fuente dibujos: Cerámica Ibérica, de Luis Pericot. Fotografías de Toni Vidal. Ediciones Polígrafa. Barcelona 1979.
Fuente texto: Género y metáforas con animales en la cerámica ibérica pintada (siglos IV-I a.C.) de  Juan A. Santos Velasco. Ediciones Complutense

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